Después de todo, añade, “no sirve de nada retener información. Es como mentir a tu terapeuta sobre lo que está pasando. ¿De qué sirve?”.
Según Ferrazzi, “cuando compartes tus miedos más profundos, los momentos más vergonzosos o tus fracasos con una persona cuyo consejo y amistad respetas y admiras, ocurre que”:
- Al dejar que la otra persona conozca tus miedos e inquietudes, has abierto una espita de presión emocional, lo que hace escapar lo que estabas guardándote dentro. Verás que puedes respirar de nuevo, comenzar a avanzar y a plantearte mejor el asunto.
- La persona en la que confí-as seguramente se aproximará más a ti, gracias a tu voluntad de arriesgarte a revelar tus miedos y fracasos.
- Cuanto más dispuesto estés a hablar abiertamente de lo que necesitas, más fácil será que la gente te ayude.
- El resultado culminante de todo esto es que dominarás la habilidad de crear y mantener una experiencia de espacio seguro con más y más gente. Al confiar en los otros, te conviertes en alguien en quien confiar. La gente te buscará como consejero y confidente.