A caballo entre Estados Unidos y España, este ingeniero industrial, que fue consultor de la división de estrategia y finanzas corporativas de Accenture y director general adjunto de la red española de centros tecnológicos, aunó su experiencia y fundó Opinno, en 2008, una red internacional de innovación que se ha convertido en destacado lugar de encuentro de emprendedores e inversores.
La labor de Pedro Moneo consiste acercar la innovación a las grandes empresas, sus clientes. Para ello selecciona los mejores planes de negocios de startups tecnológicas, a las que acelera. ¿Cómo? “Ponemos al frente un CEO o director general, con probada experiencia, que impulsa el crecimiento”. Opinno cuenta con tres centros: uno en Madrid y dos en Estados Unidos.
Pregunta: ¿Qué hace una aceleradora de empresas por la innovación?
Respuesta: En Europa y en España hay muchísimo dinero en presupuesto para investigación, pero luego muy poco de lo que se produce en la investigación sale al mercado. Esto es un problema que nosotros, en Opinno, hemos convertido en oportunidad de negocio. Hay gente que se gasta mucho dinero y cerebros muy potentes en desarrollar una tecnología que ya está lista, ¿por qué no la aprovechamos y montamos una empresa con eso? Ahora, además, hay equipos de gente que cuando les pones a montar una compañía son más eficientes para que crezca rápido. En eso se resume lo que hacemos.
P: ¿Por qué Estados Unidos se ha convertido en el Eldorado de las empresas españolas tecnológicas?
R: Allí yo he podido comprobar cómo con una misma tecnología de aquí, sin cambiarla, en Estados Unidos metes gente en el equipo, clientes y la compañía vale mucho más. La pones en valor al meterla en un mercado más grande, con gente con credenciales, con asesores conocidos, con clientes y aliados grandes.
P: A través de vuestra red lleváis la innovación a grandes corporaciones, vuestros clientes. ¿Por qué esa estrategia y cómo tejéis esa red?
R: Porque las grandes empresas ya no producen innovación al ritmo que la necesitan para seguir siendo competitivas y porque los ciclos de innovación son mucho más rápidos. Hablamos de grandes corporaciones que se quieren infiltrar en el mundo de las startups, tener una red multinacional de embajadas donde saben que tienen profesionales mirando el ecosistema, catalogando las empresas y tejiendo relaciones des de abajo. Si el BBVA se acerca a una startup, asusta. Sería como un elefante entrando en una cacharrería. En cambio nosotros convivimos con ellas en nuestras incubadoras, vienen a los eventos, charlas y cursos de Opinno.
P: ¿Qué perfil de empresas tiene interés para Opinno?
R: El de una compañía que tenga un tecnología muy buena, que no esté en fase seed (semilla), que ya haya recibido financiación y que tenga un producto funcionando, es decir, con ingresos. Así yo puedo demostrar que hay un modelo de negocio detrás. Ese tipo de compañías son las perfectas para crecer mucho, si hacemos unos cambios definidos.
P: ¿Qué cambios?
R: Consiste en meter a un emprendedor residente a nivel de dirección general (alguien con contrastada experiencia en lanzar startups y buena reputación). Es una manera de acelerar una compañía de forma rápida y eficiente, y con poco coste. Piensa que en España, muchas veces los equipos de cofundadores son todos iguales: o empresariales o científicos. No están bien equilibrados. Eso sí, si meto a un Fernando Alonso en un equipo de Fórmula 1, necesito que el coche sea bueno. Por eso la tecnología tiene que ser muy buena.
P: ¿De qué sectores?
R: Trabajamos en todos, excepto en farma. No es una liga en la que podamos jugar porque las inversiones son muy grandes y los tiempos, largos. Hemos trabajado en materiales, energías renovables, telecomunicaciones, semiconductores…
Las patentes, mejor internacionales
P: ¿Qué tienen que tener una startup española para presentarse ante un inversor de EEUU?
R: Un equipo gestor potente, del que se pueda comprobar sus credenciales, fortaleza tecnológica y visión global.
P: ¿Qué tal andamos de invención los españoles?
R: En España siempre hemos sido muy malos en poner tecnología en el mercado, aunque está cambiando. Hay un problema de patentes ya que patentas en España porque es lo más barato, o bien te obligan si has pedido una subvención, o porque formas parte de una universidad, centro tecnológico o de investigación.
P: ¿Qué tiene de malo patentar sólo España?
R: Al hacerlo, apareces en un registro mundial de patentes que cualquiera puede mirar. Estás diciéndole al mundo lo que has hecho, y alguien puede patentarlo para el resto del mundo. Patentas en España sólo para que no entren en tu mercado, lo que tiene sentido en aquello que esté ligado con la estrategia nacional, como la salud. La patente nacional es defensiva y tremendamente mala para crear empresas, la peor. Lo mejor es el secreto industrial.