Las interrupciones pueden ocupar alrededor de una cuarta parte de tu jornada laboral. Si no aprendes a vencer esos obstáculos que te impiden avanzar en tu trabajo, te resultará difícil llevar a cabo tareas importantes que requieran tu concentración.
En el libro Gestión del tiempo y del estrés for rookies (Lid Editorial), se ofrecen unas cuantas claves para hacer frente a este problema. Estas son algunas:
No hay nada más eficaz que exponer públicamente tus intenciones.
Informa a tus compañeros de que estás intentando gestionar tu tiempo más eficazmente, y ellos colaborarán. Puede que esto no evite todas las interrupciones, pero sí que las disminuya un poco. Si explicas a tus compañeros lo que estás haciendo, evitarás que piensen que te comportas descortesmente.
Intenta ser consecuente y persistente.
Si cambias tus reacciones, transmitirás la impresión de que es fácil persuadirte para que abandones tus intentos de gestionar mejor tu tiempo. No permitas que esto suceda.
A modo de resumen, aquí tienes algunas de las mejores tácticas para evitar las interrupciones en el trabajo:
– Adelántate a las interrupciones planificando qué acciones vas a implantar.
– Al teléfono, evita las charlas interminables y sin sustancia.
– Cuando recibas visitas, sé implacable con tu tiempo, pero educado con las personas.
– Descarta las peticiones e invitaciones que no son necesarias.
– Si eres incapaz de decir no, ¿cómo van a apreciar tu si?
– En cuanto a tu disponibilidad, pon algunos límites (cierra la puerta o trabaja en casa).
– Frente a la mala organización, utiliza una estrategia que te guste y te funcione.
– Si no planificas, nunca aprovecharás al máximo tu tiempo.