La canciller alemana Angela Merkel afirmaba recientemente en una entrevista en el diario Stern que los tipos de interés del 1% que viene manteniendo el BCE desde hace 21 meses están alentando el aumento de la inflación y la especulación con dinero barato. Y esto lo dice la mandataria de un país que acabó 2010 con un nivel de inflación del 1,7%, un poco menos de la mitad del español.
Pero lo que si está claro es que el IPC ha tomado una senda alcista durante 2010, superando en muchos países la barrera del 2%, que marca el BCE como listón de estabilidad de precios, y que en otros países es más que previsible que la supere en breve (ver gráfico).
Factores externos
Si bien en Alemania esta tendencia al alza si puede estar motivada, en parte, por la recuperación de su economía, está claro que en otros países –como el nuestro–, está causada sobre todo por factores exógenos. Principalmente por la subida del precio del petróleo, que provoca a su vez aumentos en los del transporte y la energía, y de las materias primas.

Ante este panorama, el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, ha calmado los ánimos afirmando que el nivel actual de tipos es el “apropiado”.
Ahora habrá que ver cuál es el comportamiento de otros factores sensibles a la inflación. Una subida de costes para las empresas, motivada por el aumento de las materias primas, la energía y los salarios redundaría en una nueva bajada de la rentabilidad. Vamos, como dice el refrán, “a perro flaco todo se le vuelven pulgas”.