Así ilustra Sergio Bulat en su libro El arte de inventarse profesiones (Empresa Activa), este fenómeno al que asistimos desde hace años. Y no sólo es la tecnología un campo abonado para ello. Por ejemplo, en el entrenamiento de habilidades, el coaching, han surgido múltiples especializaciones: life coach (ayuda al ejecutivo no sólo a ser más eficaz sino a tener una vida más acorde con las propias necesidades), energy coach (enseña a la gente a mantener la energía y sentirse motivada en el trabajo), goal achieving mentor, (ayuda a sus clientes a alcanzar las metas que se ha propuesto)… incluso nuevos coach para perros y animales.
Para Bulat, esta especialización es una buena forma de destacar en un mundo laboral en crisis, ya que:
- El futuro será cada vez más cambiante.
- A pesar de ello, los valores estables pueden ser una de las formas de diferenciación más relevantes.
- Se requieren nuevas características personales e interpersonales para adaptarse a las nuevas condiciones laborales.
- Es importante conocer y desarrollar las propias virtudes para poder crear algo que nos satisfaga.
- La invención de nuevas profesiones nos permitirá mantener nuestros valores a la vez que nos amoldamos a los cambios del entorno.