El dispositivo combina todas las características de la versión anterior, con el añadido de la red 3G, y es dos veces más rápido que la primera generación de iPhone. Además, lleva incluido un GPS y dispone de mayor compatibilidad con otras aplicaciones. Sin embargo, el tan deseado nuevo producto de Apple cuenta con algunos inconvenientes, como su cámara, de sólo 2 megapíxeles y sin grabación de vídeo, y su batería, no intercambiable.
Los precios, que se hicieron públicos ayer, oscilan entre los 0 y los 359 euros, siempre con un contrato de permanencia de dos años y con un consumo mínimo mensual de datos y voz. Así, para un precio de 0 euros, el consumo mínimo mensual es de 85 euros, en la versión de 8 gigas, y de 115 euros, en la de 16 gigas. Pagando 35 euros al mes, el precio es de 129 euros (8 gigas) y 149 euros (16 gigas). Las combinaciones de tarifas son múltiples, y, además, el iPhone de Telefónica se acoge también al programa de puntos de la compañía.
El interés despertado entre los usuarios es tal que se prevé que las existencias se agoten este fin de semana. Desde el estreno del iPhone en junio del 2007 se han vendido seis millones de terminales, y el objetivo de la compañía de Steve Jobs es llegar a los diez millones de unidades. Con su salida al mercado hoy en 22 países, las posibilidades de alcanzar el objetivo marcado para este año aumentan.