Pero ¿cómo saber si lo estás haciendo bien? Puedes empezar preguntándote estas cuestiones:
– ¿Cuánto tiempo dedicas semanalmente o mensualmente en pensar en tu equipo?
– ¿Hay talento en tu equipo?¿De qué tipo?
– ¿Quiénes de tu equipo, bajo tu punto de vista, tienen un mayor recorrido o desarrollo profesional dentro de la organización?
– ¿Qué haces para garantizar que no se hastíen y decidan buscar fuera nuevos retos?
– ¿Los miembros de tu organización saben lo que tú y la organización espera de ellos?
– ¿Analizas periódicamente con cada miembro de tu equipo su contribución para establecer actuaciones correctoras?
– ¿En qué medida te preocupas por su desarrollo profesional?
– ¿Cuál de tus colaboradores podría sustituirte?¿En cuanto tiempo?¿Qué le hace falta
para ello?¿Te da miedo pensar en esto?