Bioo es una empresa biotecnológica que hace baterías biológicas capaces de generar energía de la propia tierra. Para ello, se valen de los microorganismos naturales, los cuales, al comerse la materia orgánica del suelo, liberan electrones en el proceso.
Esta forma, aparentemente sencilla de conseguir energía, representa, en realidad, una revolución tecnológica que cuenta con reconocimiento internacional. La aplican a dos líneas: la urbana, con la que consiguen, entre otras muchas cosas, producir energía para el mantenimiento de parques y jardines; y la línea agritech, donde han desarrollado el primer sensor sostenible para agricultura de precisión alimentado energéticamente por la tierra misma del cultivo.
Bioo Sensor es un pequeño dispositivo basado en pilas de combustible microbianas que se insertan en el suelo. La electricidad se produce a partir de la descomposición de las sustancias orgánicas que traen consigo las diferentes condiciones meteorológicas y de los trabajos de riego. Se basa, pues, en un sistema autónomo que funciona únicamente con tierra, bacterias presentes de forma natural, fertilizantes y agua. El dispositivo se compone de materiales ecológicos como la fibra de grafito, cuya extracción es limpia. Además, el dispositivo es capaz de leer la temperatura, el pH y la humedad del terreno, entre otros datos vinculados a la agricultura.

Más económico y 100% sostenible
Sobre qué aporta la tecnología de Bioo al campo que antes no existía, Pablo Vidarte, CEO y fundador de la compañía, responde: “Aportamos un sistema con el que se puede producir energía de forma autónoma y que va a ahorrar mucho dinero y trabajo a los agricultores, valiéndose de los propios recursos naturales de forma simbiótica sustituyendo artilugios artificiales por uno que va oculto bajo tierra y es 100% reciclable y biodegradable”.
Vidarte sabe que los profesionales del sector agrario están interesados en dar el salto a la sostenibilidad, siempre y cuando ello no implique recortar aún más sus márgenes de beneficio. Esta es la demanda que persiguen satisfacer en Bioo.
Actualmente, están funcionando en fase piloto en colaboración con Bayer CropScience, donde han instalado sus bioo sensores en una extensión de 200 hectáreas. Gracias a esta prueba, han podido calcular que, de aplicar los bioo sensores a los 50 millones de hectáreas con las que cuenta la compañía, podrían ahorrar 1.500 millones de euros al año.
Asimismo, su tecnología de biorreactor, dentro del Bioo Sensor, forma parte del proyecto europeo FET de I+D en colaboración con otras 9 entidades del resto de Europa. En dicho proyecto se desarrolla un GrowBot, donde proporcionan energía verde a su revolucionario mecanismo.
La empresa cuenta con ya con una plantilla de 20 profesionales que trabajan en la sede en Viladecans (Barcelona), aunque, de forma indirecta, colaboran con un centenar de personas.
Cajamar y la tecnología de vanguardia
Bioo es una de las empresas más vanguardistas del ecosistema emprendedor nacional. Fundada en 2015 por el joven emprendedor Pablo Vidarte con la intención de liderar la transformación biotecnológica del mundo, Bioo suma ya más de 117 premios, entre ellos, el de la Empresa más Disruptiva del Mundo, otorgado por Google, o el de la Empresa más Innovadora de Europa, elegida por el Parlamento Europeo.
Ninguno de los reconocimientos referidos habrían sido posibles si Bioo se hubiese limitado a imitar tecnologías ya existentes. La suya, además de pionera, es disruptiva, porque plantea un cambio de paradigma. En esta línea, Vidarte elogia también el trabajo que, como entidad orientada al sector agrario, desempeñan desde el Grupo Cooperativo Cajamar para impulsar la innovación.
“El problema en España es que, muchas veces, tendemos a copiar o mejorar tecnologías hechas por otros en lugar de hacer desarrollos propios. En este sentido, me parece encomiable el esfuerzo de Cajamar en cuanto al apoyo a la innovación dentro del sector agrícola. No de adaptar, sino de innovar de verdad en un sector en el que España tiene mucho que decir”, concluye Vidarte.