Para deshacer toda la maraña informativa en torno a la aportación española al desarrollo del Hyperloop, Juan Vicén, uno de los fundadores de Zeleros junto a David Pistoni y Daniel Orient, se remonta al año 2012. Fue entonces cuando Elon Musk anunció que estaba pensando en desarrollar una nueva modalidad de transporte de mercancías y pasajeros mediante tubos al vacío que evitasen la fricción de los vehículos y alcanzar así velocidades superiores a los 1.000 km/h. La idea, en realidad, poco tiene de nueva. Lleva más de dos siglos dando vueltas y chocando con hándicaps como las deficiencias tecnológicas y al alto coste de ejecución. Japón, por su parte, es precursora en los trenes de levitación magnética.
Ya en 2013, Elon Musk entiende que la tecnología está suficientemente madura. Es entonces cuando, a través de su empresa de transporte aeroespacial SpaceX, registra el nombre de Hyperloop como marca comercial, pero advierte de que su intención no es dedicar a su desarrollo ni tiempo ni recursos. Él, con mostrar el diseño preliminar en agosto de 2013, hacía bastante. De esta manera, y bajo el concepto de hardware libre, lanza un reto a todas las universidades del mundo para competir por el mejor desarrollo del Hyperloop. El desafío desencadena la fiebre para participar en una competición global en la que más de 700 equipos presentaron la solicitud preliminar. Una buena fórmula la de Elon Musk para recibir ideas y mantenerse en boca de todos.
Al reto se suma un grupo de 5 jóvenes estudiantes de Ingeniería de la Universidad Politécnica de Valencia. En esta primera fase de la competición se trata de elaborar propuestas para el desarrollo teórico acompañado de una pequeña simulación. El equipo de Valencia, con el nombre de Makers UPV, presenta sus resultados en septiembre de 2015 y a comienzos de 2016, en la final celebrada en Texas, se alza con los premios al “Mejor Diseño de Concepto” y “Mejor Subsistema de Propulsión/Compresión”. Todo muy bonito y muy ilusionante, pero ni un contrato ni un dólar.
El salto a la empresa
Pero la competición de Elon Musk sigue. En una segunda fase se da el salto de la teoría a la práctica. Los buenos resultados del equipo valenciano les anima a profundizar en la investigación. Arropados todavía por la UPV, de los 5 estudiantes originales, quedan 3 que optan por dar el salto al mundo corporativo. Es entonces cuando constituyen Zeleros, en noviembre de 2016, para el desarrollo de tecnología Hyperloop en España.
Durante más de un año los fundadores de Zeleros, liderando un equipo universitario que les apoya, se afanan en el desarrollo del primer prototipo de Hyperloop español. Con esta propuesta, más o menos, concurre de nuevo el equipo de Zeleros a la final de la segunda fase de la competición de SpaceX, a finales de agosto de 2017. Ahora su trabajo es elegido entre los 10 primeros puestos de un total de 20 universidades participantes de todo el mundo.
El próximo objetivo es conseguir un proyecto escalable, global y rentable. “Ese es el enfoque que nos diferencia.- dice Vicén- Quisimos simplificar al máximo la infraestructura e integrar la tecnología en el interior del vehículo. Si poníamos los imanes en el suelo del tubo, el proyecto no era escalable. Si los introduces en la cápsula sí , además de crear vehículos autónomos. De esta manera los costes de operaciones y construcción se reducen mucho”. En otras declaraciones, informaba Pistoni que su tecnología se basa en un “sistema de levitación único ya patentado con otro de propulsión aerodinámica”. Por su parte, el enfoque de las empresas americanas se dirige una evolución del tren de levitación magnética (maglev), de coste superior.
Conforme al prototipo español, “que combina la propulsión aerodinámica con la levitación magnética de la parte superior del vehículo”, el Hyperloop podría alcanzar velocidades de entre 1.000 y 1.200 km/h después de haber extraído el aire de los tubos para eliminar la fricción, con un consumo energético inferior al de los medios de transporte actuales y donde desaparece el error humano porque son vehículos no tripulados, con una frecuencia de entre 3-4 minutos. El riesgo de choque en cadena se evita con la interconexión de las cápsulas. Eso sí, nos olvidamos de las ventanas y sistemas de escape en caso de accidente. El sistema de seguridad sería similar al que se aplica en la industria de la aviación, basado sobre todo en la prevención y dinámicas de control permanente.
Ahora el tema parece de mayor calado. Empresas e instituciones privadas españolas empiezan a interesarse por proyecto. De la formación empresarial de Zeleros se harán cargo en Lanzadera, la aceleradora de empresas de Juan Roig que les integra en la séptima edición de su programa. Poco después, el fundador de Mercadona entrará también en su capital donde se integran además, entre otros, la aceleradora estadounidense Plug and Play, con delegación en Valencia, Alberto Gutiérrez, CEO y fundador de Aquaservice o una exdirectiva del BBVA. Por la parte empresarial se une Altran , una multinacional tecnológica especialistas en soluciones de ingeniería e I+D.
De esta forma, el equipo de Zeleros recibe refuerzos para su desarrollo no solo por parte del personal de la UPV, sino también de otras corporaciones. Tanto es así que Íñigo Ezquerra, director de I+D de la división de Aeronáutica, Espacio y Defensa de Altran España, ha pasado a ser uno de los principales advisors de la startup Zeleros y ya se están realizando estudios y lanzando proyectos en común.
Competición global
Y en toda esa carrera de ideas convocada por Elon Musk se fueron quedando atrás la mayoría de los participantes. A día de hoy, cuenta Juan Vicén que quedan 6 principales competidores: 3 europeos (Polonia, Holanda y España), un canadiense y dos estadounidenses. En este último caso figuran nada menos que la Virgin Hyperloop One (VHO) de Richard Branson, e Hyperloop Transportation Technologies (HTT), un crowdsourcing que recopila proyectos de ingeniería de todo el mundo.
Los europeos, por su parte, han decidido desentenderse de los planes del CEO de Tesla y seguir avanzando en sus propios desarrollos del Hyperloop sí o sí. Al bloque europeo se suma también la propuesta canadiense. El problema es la financiación de un proyecto que requiere capital intensivo. La Comisión Europea no descarta el respaldo económico del proyecto siempre y cuando los distintos equipos se avengan a trabajar de forma colaborativa, uniendo esfuerzos y conocimiento en un proyecto conjunto. Pide también a los Gobiernos de los respectivos países estar al tanto de las investigaciones que a ellos competen motivo por el cual Pedro Duque, actual ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, recibió al equipo de Zeleros el pasado 13 de agosto. Según Vicén, el ministro se mostró muy interesado con los progresos de la investigación nacional.
¿Qué pinta Antequera en todo esto?
Por otro lado, durante los últimos días han circulado varias informaciones hablando del centro de pruebas que se instalará en el municipio malagueño de Antequera. Según comunicado de prensa difundido por Adif “la presidenta de Adif, Isabel Pardo de Vera Posada, y el CEO de Virgin Hyperloop One, Rob Lloyd, han firmado un Protocolo General de Actuación que convertirá a España en referente mundial del nuevo sistema de transporte Hyperloop mediante la puesta en marcha de un centro de pruebas y desarrollo de tecnología avanzada”.
El protocolo creaba, asimismo, “el marco para la ubicación del Centro en la nave de experimentación de Adif en Bobadilla (Málaga), que actualmente se encuentra fuera de uso y que así comenzará a utilizarse gracias a su arrendamiento comercial. Con una superficie superior a los 19.000 m2, este espacio permite acomodar los equipos requeridos para las pruebas de hardware necesarias para el desarrollo de esta tecnología de alta velocidad”. El comunicado habla también de la creación de “250 puestos de trabajo directos y cientos de empleos indirectos”. Normal que la información fuera acogida con gran entusiasmo por parte de la localidad.
Sin embargo, da la casualidad de que también Zeleros ha puesto los ojos en el municipio de Antequera, en su denominado anillo ferroviario concebido en su momento como el mayor Centro de Tecnología Ferroviaria en nuestro país, para instalar el centro de pruebas del proyecto europeo a largo plazo. No tienen prisa porque, en la fase en la que se hallan, les vale con una pista de 2 km de longitud para probar su vehículo a escala media. Para esto, tanto les vale Valencia como cualquier otro emplezamiento. El problema vendrá cuando las pruebas se hagan a escala real, requiriendo instalaciones mayores y especializadas.
La financiación
Pero antes hay que quemar otras etapas. Zeleros se halla todavía inmersa en el desarrollo del proyecto y la intención es probar su vehículo a escala media a finales de 2019, que es la fecha para la que esperan tener el prototipo de su particular visión del Pyperloop. Para ello necesitará dinero, al menos 2M de euros, que es lo que tienen previsto conseguir en una próxima ronda de inversión. Si todo transcurre conforme a lo previsto, con fondos suficientes y sin que nada interceda en el desarrollo, el equipo de Zeleros confía en que el hyperloop europeo se convierta en una realidad entre 2021-2022.