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Viviendas pasivas: el nuevo modelo que ya es un gran negocio

El modelo de las viviendas pasivas gana cada vez más terreno a la construcción tradicional, gracias a su alta eficiencia energética y a la sostenibilidad.

07/02/2023  Redacción EmprendedoresIdeas de negocio

En medio de una crisis energética como la actual, reducir el consumo y eliminar al máximo la huella ecológica es uno de los principales objetivos para el comprador de inmuebles. En este contexto, las viviendas pasivas se están convirtiendo en un modelo muy a tener en cuenta por el consumidor, y también, cada vez más, en un negocio de lo más rentable para los emprendedores del sector inmobiliario.

El modelo de las viviendas pasivas permite a sus usuarios reducir al máximo el consumo energético. Tanto, que puede suponer un ahorro de más del 50% en la factura. Todo ello, manteniendo la vivienda en una temperatura estable de unos 22 grados durante todo el año, tan en invierno como en verano. Además, para nutrir a la casa de energía no es necesario utilizar combustibles fósiles, otra ventaja en términos de sostenibilidad.

“Nos permite adelantarnos a lo que en el futuro será obligatorio en la edificación”, explica en un reportaje de El País el arquitecto Alberto López Merino, quien está detrás de una urbanización de viviendas pasivas que se ha construido en Valladolid. De momento, este tipo de edificaciones cuenta con un coste entre un 3% y un 10% superior al de una vivienda tradicional de similares características, un gasto adicional que se recupera a los pocos años gracias al ahorro energético.

Viviendas pasivas: el nuevo modelo que ya es un gran negocio

Las viviendas prefabricadas, otra prueba de que el futuro de la construcción pasa por la sostenibilidad

Al enorme crecimiento de las viviendas pasivas se suma el fenómeno de las casas prefabricadas, que no ha parado de crecer en los últimos años. Y, al igual que en el primer caso, la eficiencia energética y la sostenibilidad son dos de sus principales palancas para expandirse de esta manera en el territorio español.

Prueba de ello es que, en un primer momento, la principal ventaja de las viviendas prefabricadas se encontraba en el precio de adquisición, mucho más asequible que las casas tradicionales. Sin embargo, los clientes con mayor capacidad económica se han ido sumando a esta tendencia. Así, al ajustado precio de las casas prefabricadas se suma la versatilidad, además de unos tiempos de construcción mucho más reducidos que en el sector de la vivienda tradicional

Pero, más allá de estas ventajas, el ahorro energético es otro de sus grandes puntos fuertes, una cuestión que cada vez importa más al consumidor. Así, las viviendas prefabricadas se han postulado como una de las mejores opciones para apostar por la sostenibilidad y el cuidado al medioambiente en el sector de la construcción. En este sentido, cabe destacar que, solo en el proceso de montaje, se consigue reducir entre un 45% y un 60% el nivel de residuos que produce la construcción de viviendas tradicionales.

Además, una vez construidas, su eficiencia energética es muy similar a la de las viviendas pasivas que no paran de crecer en España. Las nuevas suelen contar con un potente aislamiento que permite optimizar el consumo, tanto en invierno como en verano. Además, al tratarse de viviendas ubicadas en zonas algo alejadas de las ciudades, la instalación de placas solares es más sencilla, otro mercado en expansión que puede generar un ahorro significativo en el largo plazo.