“Video killed the radio star”, decían The Buggles en la mítica canción lanzada a finales de la década de los setenta. Si hubiesen hecho ahora este tema, probablemente hubieran dicho algo así como “Spotify acabó con el compact disc”. Y un poco antes, el estribillo hubiese dicho que “el CD mató al vinilo”.
Sin embargo, parece que el vinilo tiene una segunda vida. Los melómanos lo tienen claro: si te gusta la música, no hay mejor experiencia que la que ofrece un disco de vinilo.
Y no se trata únicamente de que los aficionados a la música se hayan acordado de repente de los ‘elepés’ que tenían guardados y estén desempolvando sus viejos tocadiscos, sino que la industria musical está apostando por este soporte para el lanzamiento de los nuevos álbumes.
Además, el vinilo está triunfando no sólo entre los intérpretes más nostálgicos, que quieren evocar tiempos pasados u ofrecer a sus seguidores más fieles aquella experiencia casi mística de sacar un disco, ponerlo sobre el plato y acoplar la aguja.
Contra todo pronóstico, los artistas que más vinilos vendieron el año pasado ni siquiera habían nacido cuando este formato empezó a agonizar. Cuando Taylor Switft lanzó su álbum ‘Midnights’, estaba claro que iba a ser “3, 2 o 1… tú y yo lo sabíamos”, como decía el mítico Joaquín Luqui. Pero quizá no sospechase que iba a vender 945.000 vinilos, según el informe ‘Luminate U.S. Year-End Music Report for 2022’.
Cuando la cantante nació, a finales de 1989, la industria musical asistía a los últimos estertores del vinilo. Según los datos de la Recording Industry Association os America (RIAA), aquel año se vendieron 34,6 millones de EP o LP en este formato en Estados Unidos, diez veces menos que en su punto álgido, cuando se comercializaron 344 millones de vinilos. Fue en 1977, un año antes de que The Buggles firmasen el epitafio de la estrella radiofónica.
Los otros dos artistas que completaron el ‘top 3’ de ventas en vinilo en Estados Unidos en 2022 son aún más jóvenes que Taylor Swift: Harry Styles (29 años) y Olivia Rodrigo (20 años). Cuando ellos nacieron, ya se vendían menos de 2 millones de vinilos al año: 1,9 millones en 1994 y 1,5 millones en 2003.
Sin embargo, este soporte está viviendo un revival, ya que la venta está creciendo año tras año desde 2006, cuando tocó fondo. El crecimiento desde entonces fue muy suave, hasta hace dos años, cuando el mercado del vinilo experimentó un boom, llegando casi a duplicar las ventas del ejercicio precedente en Estados Unidos: 40 millones de discos en 2021, frente a los 23,7 millones vendidos en 2020.
Además, el mercado del vinilo parece haberse consolidado, ya que en 2022 se vendieron 41,3 millones de discos en este soporte en el país norteamericano, un 3,2% más que el año previo. Aunque está lejos de las ventas de su era dorada, ya se sitúa por encima de los registros del año en el que nació Taylor Switf. Asimismo, cabe señalar que el vinilo ya es el formato físico más vendido, por delante del CD, en caída libre desde el arranque del presente milenio.
Esta tendencia al alza del vinilo también se aprecia en España, ya que las ventas en este formato han crecido ininterrumpidamente desde 2014, con la única excepción del año de la pandemia. Así pues, la cifra de vinilos vendidos se ha multiplicado por diez en una década, pasando de 140.000 unidades en 2013 a 1,71 millones en 2022, según los datos de Promusicae.
La venta de compactos ha sido la que más ha acusado el auge del P2P y, sobre todo, la irrupción del streaming. No en vano, cuando se fundó Spotify, en 2006, todavía se vendían 619,7 millones de CD en Estados Unidos. Pero en los tres años siguientes, el volumen de compactos vendidos cayó un 19,4% (2007), un 26,3% (2008) y un 19,5% (2009).
En el último año, sólo se vendieron 33,4 millones de compactos en Estados Unidos, a una distancia sideral de los 942,5 millones de CD que se vendieron en 2000, cuando se marcó el récord histórico de ventas en dicho formato.
Y en España, la facturación de la industria musical en soporte CD cayó un 29,15% en 2022, mientras que los ingresos generados por el vinilo crecieron un 15,29%. Además, el vinilo supone el 52,3% de las facturación total de la música en formato físico, según Promusicae.
El auge de la venta de música en vinilo se explica, en gran medida, por el comportamiento de la Generación Z. Según Luminate, los estadounidenses de este segmento de edad pasan un 21% más de tiempo escuchando música que los miembros de cualquier otra generación.
Aunque la mayor parte de dicho tiempo se consume en aplicaciones como Spotify, Apple Music, YouTube Music o incluso Tik Tok, también están dispuestos a gastarse dinero para apoyar a sus artistas favoritos comprando merchandising u otros productos. De hecho, gastan un 18% más en música que el resto, incluyendo la compra de vinilos.
Esto abre oportunidades de negocio en torno a esta industria. De hecho, El Economista indica que recientemente han abierto tres nuevas fábricas de vinilos en España.
Una de ellas es Press Play Vinyl, de la que ya hablamos en EMPRENDEDORES. “Viendo varios estudios, entre 2016 y 2017, me llamó la atención cómo se estaban volviendo a producir prensas para fabricar discos de vinilo, debido a que desde el 2005 las ventas estaban creciendo todos los años, hasta el 20 o 30% interanual. Hicimos un estudio de mercado a nivel nacional, sobre todo centrados en discográficas medianas y grandes, aunque más tarde hemos comprobado que hay más mercado, y descubrimos que sí que había interés”, afirmaba Alain Consonni, gerente de la empresa.
Además, las empresas del sector están viendo crecer sus ingresos con fuerza. Por ejemplo, Krakatoa Records, facturó 561.942 euros en 2021, multiplicando por 12 los ingresos declarados cuatro años antes, tal y como recoge El Economista. Asimismo, Mad Vinyl Music, facturó 717 euros en 2020, cuando empezó a operar. Sin embargo, alcanzó unas ventas de 508.199 euros en su primer ejercicio completo.