«De esa forma llenó el vacío existente en la formación a distancia para la preparación del teórico del exámen de conducir”, explica su fundadora Elsa Soto, que ha trabajado durante 22 años en el sector de la educación vial y es profesora titulada en formación vial desde 2008.
Con Villaconduce, los alumnos pueden prepararse sin necesidad de asistir a clases presenciales, “pero sin dejar de lado la formación, que es completamente personalizada y tutelada por el profesor, adaptada a las necesidades, tiempos y circunstancias de cada alumno”. Esto no es lo único que les diferencia de la autoescuela tradicional: “Con la idea de facilitar a nuestros alumnos la obtención del permiso de conducir, mantenemos nuestro espíritu de flexibilidad, incluso en las clases prácticas. En ese sentido, les recogemos a la hora y en el lugar en el que se encuentre para iniciar las clases, evitando así perdidas de tiempo, sin que por ello el coste de nuestros servicios sea mas elevado”.
La inversión inicial fue de unos 9.000 euros, para el vehículo de prácticas con instalación de doble mando para el profesor y la tecnología necesaria para que los alumnos puedan preparar los exámenes teóricos desde su casa.