Nick Newbury llevaba ya varios años de productiva carrera en el sector financiero, cuando pensó que cada vez era más difícil cogerse largos períodos de vacaciones y que la mayoría de la gente hacía varias vacaciones cortas al año. “Se lo comenté a unos amigos y vimos un claro nicho de mercado.
Aparte de las escapadas de fin de semana a capitales europeas, no había una oferta original. Y eso fue lo que hicimos, crear lo que llamamos el Big Short Break: experiencias únicas y originales para períodos cortos de tiempo (fin de semana/puente)”, recuerda Newbury, que fundó Original Travel junto a tres amigos con una inversión de 45.000 euros.
El hecho de que su equipo conozca muy bien el sector en el que se mueve les ayuda a condensar sus experiencias al máximo “y como nos ha ido tan bien, ahora nos hemos abierto a otros mercados (familias con niños, mayores de 50 años y pensionistas y viajes corporativos) sin dejar nunca de lado nuestro mantra: ser originales”, comenta este emprendedor, que ha logrado que su empresa generase 7,8 millones de euros el año pasado.