Las terrazas de hoteles y restaurantes se han convertido en reclamo habitual de la oferta de ocio de muchas ciudades. En Barcelona, por su disposición arquitectónica, muchas están en manos de particulares que se orientan a monumentos singulares y emblemáticos como la Torre Agbar, la Sagrada Familia o el Liceu.
“Pensamos que sería una buena idea abrirlas al público con el consentimiento de los propietarios. Tenemos 17 millones de metros cuadrados de azoteas en desuso. Con nuestra actividad les devolvemos la vida”, explica Florenci Guntín, que junto a Kiko Escudé, han creado Upstairs BCN, con una inversión inicial de 60.000 euros.
Con la plataforma que han desarrollado, organizan actividades como conciertos de jazz, cursos de horticultura urbana, observatorios de astronomía… Y todo, en terrazas con una panorámica única. “Gozar de la música en grupos reducidos, ver cómo cae el sol, beber una copa…, en fin, todo el conjunto hace que la gente viva experiencias únicas”, señala Escudé, recordando la última actividad que organizaron con un grupo de jazz. Los beneficios obtenidos se reparten a 50% entre el propietario de la terraza y Upstairs BCN. “En poco tiempo, hemos conseguido clientes para que les organicemos cenas de empresa, presentaciones, aniversarios…”.
Los eventos de Upstairs BCN no suelen durar más de cuatro horas y respetan escrupulosamente la normativa vigente sobre ocio nocturno. “En tan poco tiempo, hemos conseguido clientes que se interesan por nosotros para que les organicemos cenas de empresa, presentaciones, aniversarios … etc”, apunta Guntín. En su web -www.upstairsbcn.net- hay un apartado donde poder suscribirse a la actividad que organicen, luego ellos se ponen en contacto en persona y se comunica la dirección de la terraza. Si existiera riesgo de lluvia, todo se cancela 24 horas antes. El cliente puede optar entre la devolución del dinero o reservarlo para una actividad futura. “Se puede vivir de otra manera”, sentencia Escudé.