El producto consiste en unos envoltorios de preservativos pintados a mano. Su autor es Andrea Perissinotto, un veneciano de 34 años que se vino a Madrid hace siete y aquí sigue, intentando abrirse camino como artista multifacético interesado en el concepto del tiempo como materia. Su proyecto Unicon. Unique Art Condoms llamó la atención de Rosina Gómez Baeza, presidenta de Factoría Cultural, el vivero de industrias creativas de Madrid, quien le citó para interesarse por la tipología del producto y ver la posibilidad de introducirlo en el mercado.
Cada envoltorio representa una obra de arte exclusiva y original y el precio de adquisición, dependiendo del tamaño, oscila entre los 69€ mínimos y los 500€ del más caro. Como para tirarlo, además de la carga emotiva y sentimental que pueden guardar estos cinco centímetros cuadrados de arte. Se presenta en un cuidado packaging consistente en una cajita negra envuelta en lazo dorado y donde se adjunta un certificado de autenticidad con la ficha técnica de la obra y un pequeño soporte opcional, por si quiere lucirse en algún rincón.
Coleccionables
Algunas unidades se han vendido ya en el mercado alemán y holandés pero en España, por ahora, se limitan a recorrer salas de exposiciones y museos, el último el de Cerralbo, por lo que se hallan todavía analizando su potencial de desarrollo. Claro que ni en el mejor de los escenarios se puede pretender tener a un artista pintando producto todos los días. La fórmula ideada por Andrea en el supuesto de lanzarse a un mercado más amplio sería aliarse con otros artistas que plasmasen su obra sobre el mismo soporte, haciéndolo así más atractivo de cara a posibles coleccionistas.
Una publicidad peculiar
En esta misma línea tiene Perissinotto otro proyecto colectivo que denomina Sobresaliente que corresponde a una serie de sobres forrados en tela de diferente textura en cuyo interior se incluye una cartulina con una obra plástica original.
Todo ello lo enmarca el autor dentro de una corriente auge con el que se persigue impulsar el acceso al arte a todas las clases sociales a la vez que permite al artista publicitarse y dar a conocer su trabajo en entornos alternativos a las galerías. Por eso, y por si a alguien le interesa hacerse con uno de ellos, pueden adquirir Unicon en el mercado de Antón Martín, en el puesto de Lola Caótica, que también la originalidad de esta mujer merece una mención por vender arte entre pollerías y hortalizas, aunque lo suyo sea el collage.