“Acostumbrada a hacer de guía cada vez que mis amigos me visitaban en Sidney, Madrid, Barcelona, Amsterdam o Chicago, ciudades donde he vivido, estudiado o trabajado, me di cuenta de que cuando visitamos un país queremos ser viajeros y no turistas, porque las experiencias de verdad, las más auténticas, aquellas que hacen de un viaje algo memorable, no acostumbran a estar en las guías, sino que están en la gente de ese lugar”.
Molins está convencida que la experiencia con la gente autóctona es el nuevo souvenir. “Esto me llevó a crear Trip4real, una plataforma online en la que viajeros y gente local se pongan en contacto para compartir experiencias, unos haciendo que sus viajes sean más auténticos y otros ganando dinero compartiendo aficiones, aprender idiomas y conocer a gente de todo el mundo”.
Molins ha contado con un préstamo Enisa de 75.000 euros más otros 20.000, de recursos propios.