Encontrar el nicho perfecto en el mercado para dar salida a algo que ya existía, pero que no se había llegado a comercializar, fue exactamente lo que hizo Avi Lasarow cuando fundó Trimega Laboratories, a finales de 2005. “La evolución del mercado dedicado al análisis del abuso de drogas o alcohol comenzó con test de saliva, orina y sangre, pero estos sólo son capaces de detectar el consumo de las sustancias hasta una semana antes de realizar el test”, explica este emprendedor. Sin embargo, con el cabello “podemos llegar a saber si la persona ha consumido sustancias durante los últimos 12 meses”, añade.
Así las cosas, Lasarow reunió 18.000 euros para montar su empresa y comercializar por primera vez un kit que fuera capaz de detectar el abuso de alcohol en el cabello. Inventada la tecnología, ahora quedaba darle salida como producto. “En Trimega Laboratories, contamos con la mejor tecnología a nivel mundial. Hasta el momento nadie más puede ofrecer los resultados que damos nosotros”, asegura Lasarow, que tiene como potenciales clientes a los organismos estatales que se encargan del bienestar de la infancia, la policía, empresas públicas y privadas… “En este sentido, para nosotros, más importante que la ciencia es encontrar rápidamente hogares seguros a los niños”, dice. De hecho en tan sólo cinco días el test es capaz de determinar si un potencial padre o madre adoptivo tiene un historial de abuso de alcohol en el último año. Trimega Laboratories ha pasado de tener unos ingresos en 2006 de 173.000 euros a más del millón, el año pasado (con 26.598 de beneficios). Y para 2010 espera superar los 2,2 millones, con 264.309 euros de beneficios.