Almudena Benedit y Marta de Juan ‘descubrieron’ hace unos años el cupcake, que funcionaba exitosamente en EEUU e Inglaterra y que aún no se había introducido en España. “Durante meses de estudio, vimos multitud de ideas, siempre teniendo los cinco sentidos abiertos a experiencias nuevas no implementadas aquí. Descubrimos un producto más que atractivo como el cupcake, la versión americana de la magdalena”.
Con la idea clara y una inversión de 30.000 euros, se metieron en el proceso de creación: “Fue apasionante, porque jugábamos con sabores, colores y decoraciones. Se convirtió en un completo proceso de diseño. Ofrecemos desde packs de regalos con embalajes de diseño hasta la posibilidad de que el cliente cree su propio cupcake”.