Begoña Martínez y Mª José Torrente no han pasado por alto que cada vez son más las personas se mueven de un país a otro. “Y mudarse en sí ya no es problema. La barrera es la burocracia, los famosos papeles, que en un país sirven y en otros no. Para solucionar ese problema existe la traducción jurada, que es cara y difícil de conseguir. Nuestro objetivo es que sea tan fácil como comprar un billete de avión por Internet”, explica Martínez, que junto a su socia han puesto en marcha Juramelo.es, una plataforma que simplifica el proceso de encargar, crear, enviar y hacer seguimiento de las traducciones juradas.
“Nuestra idea consiste en el desarrollo de una plataforma que gestiona a través de la web la disponibilidad y precios de la traducción jurada de los documentos más frecuentes. Canalizamos a los clientes, gestionamos la disponibilidad de los traductores y ofrecemos la tarifa y plazo más favorables”.
Júramelo es una mezcla entre una central de reservas del tiempo de los traductores y una central de compras para los traductores jurados. “Utilizamos códigos de seguimiento para que el cliente sepa en todo momento cuál es el estado de su documento. Para el cliente, supone un mejor precio y no tener que hacer desplazamientos. Y para el traductor, ahorro de tiempo, comodidad y seguridad, que pueden repercutir en mejores precios”, subraya Martínez.
Hasta ahora han invertido unos 12.000 euros y su objetivo es “servir a 30.000 personas al año, con una facturación aproximada de 1,5 millones de euros.
