Tecnicartón (www.tecnicarton.es), una ingeniería valenciana que inventa y fabrica embalajes para el sector industrial, es el paradigma de la innovación útil: productos viables, diseñados en función de las necesidades de clientes concretos, con una aplicación que va más allá de estos clientes y que además de resolver un problema, garantizan un ahorro de costes. Y todo esto sin perderse en tiempos de desarrollo. Esto es innovación útil, estrategias lean ideadas antes de que se acuñara el término.
Para que te hagas una idea, Tecnicartón fabrica un embalaje para el transporte de salpicaderos de automóvil que permite transportar 120 unidades más por contenedor. Este incremento supone nada más y nada menos que incluir un 166% más de paneles por contenedor, respecto al anterior modo de transporte. Esto, a su vez, se traduce en una reducción de un 55% de los movimientos en la carga/descarga, lo que repercute en el coste por unidad transportada y en el reciclado de los materiales. También ha diseñado un sistema de transporte de airbags que permite la reducción de su nivel de peligrosidad en su traslado y, por tanto, un ahorro en los costes logísticos e, indirectamente, en el de los seguros de los contenedores.
Es también del tipo de empresas que crea una biblioteca de innovación en su Intranet, en la que registran todo el proceso de diseño de un proyecto, desde la necesidad que les plantea el cliente hasta el resultado final, pasando por todos los modelos de desarrollo, tanto de los productos que terminan fabricando como de los que descartan.
Ah, y es del tipo de empresas que obliga (en el mejor sentido de la palabra) a que sus comerciales se estudien esa biblioteca antes de salir a vender. Si esto no es innovación útil…
Un buen consejo: “Muchas veces, una gran solución, si no tienes los medios para trasladarla al mercado, no la vendes, se queda en los cajones… con la frustación de quien tiene la idea. Un consejo que le daría a cualquier emprendedor que quiera innovar es que se apoye en un cliente llave, que le ayude a que su innovación se utilice y se demuestra su viabilidad. No solamente tiene que aportar una mejora, sino que tiene que garantizarle una rentabilidad” dice Francisco Ortega, CO-fundador de Tecnicartón.