Manuel Gómez-Serranillos, mitad por afición y mitad para pagarse la carrera de Ingeniería Industrial, hacía reparaciones de coches de amigos y conocidos en sus propios garajes. Además de ofrecer buen precio, para sus clientes les resultaba un servicio mucho más cómodo y de confianza que llevarlo a un taller. «Nos presentó un amigo común y yo empecé a llamarle ocasionalmente cuando necesitaba revisiones para los coches de mi negocio de compraventa de vehículos», explica Andrés Díaz, cofundador de Ladonnaemobile Car Service. Poco después empezó a recomendárselo a sus clientes y se dieron cuenta que entre la experiencia de uno y los contactos del otro podía haber negocio.
Habían observado que este tipo de servicio era popular en Estados Unidos, pero en Europa no había llegado a implantarse y no encontraron nada parecido en España, salvo algunos mecánicos autónomos. «Veíamos que nuestros clientes necesitaban compaginar sus obligaciones con llevar el coche al taller cuando era preciso, lo que supone un contratiempo. Por eso vamos dirigidos sobre todo a aquellos que buscan comodidad y que valoran mucho su tiempo», afirma Díaz. También prestan servicio a empresas que cuentan con pequeñas flotas de coches para comerciales o directivos.
Empezaron dando servicio a domicilio y trabajaban con un taller colaborador cuando las averías eran demasiado grandes como para tratar en un garaje. Poco después se hicieron con su propio taller para poder integrar todas las soluciones a las necesidades de sus clientes en una misma empresa. Sus precios son de 35 euros por desplazamiento y 38 por hora. «Al no realizar el trabajo en un taller físico los costes fijos son más bajos», explica Díaz.
Invirtieron 37.000 euros para comprar una furgoneta en la que desplazarse y en herramientas y sistemas de diagnosis, y desde que empezaron con Ladonnaemobile Car Service en abril de 2013 facturan una media de 7.000 euros mensuales.