Bromas aparte, presta atención porque el negocio que te vamos a contar ahora se las trae. Resulta que en todo el mundo, la devolución de zapatos online (deportivo y no) le cuesta al comercio electrónico nada menos que 500 millones de euros. Ya sabes: si el cliente no está conforme, le devuelven el dinero. Pero, claro, como el producto se envía por Internet, hay que volver a enviarlo y no le vas a cargar ese coste al cliente, ¿no? ¿Me sigues? Bien, continúo. Esta cifra no nos la hemos sacado de la chistera, sino de la empresa Shoefitr.com. Resulta que un porcentaje alto de esas devoluciones tienen que ver con que compras un zapato, en teoría, de tu talla, llega a casa, te lo pruebas y o te está justo o te cabe el billetero. A esta empresa se le ha ocurrido que puede ser interesante asegurar a los compradores que la talla que compran online es exactamente la suya. ¿Cómo? En función de los zapatos que llevan puestos a diario y que son taaaaan cómodos. Como no hay un estándar entre las marcas y países en las tallas de los zapatos, quieren convertirse en la primera parada antes de comprar. Vamos que están clamando a gritos que les compre Amazon o vender su base de datos, herramienta informática y expertise a tiendas online de zapatos. Las dos salidas son negocio.