Allergeneat. Lee códigos de barras para identificar los alérgenos
A la pareja de Quim Sánchez le diagnosticaron una enfermedad grave derivada de un cúmulo de alergias alimentarias que hasta ese momento ella desconocía. “Cada vez que íbamos al supermercado, leer todas las etiquetas se convertía en una odisea. Decidí solucionar ese problema. Y lo que no sabía era que también se lo iba a solucionar a más de 12 millones de españoles que sufren ese problema”, recuerda Sánchez.
Junto a José María Falcón, ingeniero industrial, que venía de Doga, una empresa del sector automovilístico, y de liderar varios proyectos en común, decidió trabajar en el desarrollo de una solución para los alérgicos. “Nos cogieron en la aceleradora de startups del Banco Santander, Yuzz, donde hicimos una intensa formación de seis meses, validamos la idea, creamos un mínimo producto viable y desarrollamos el modelo de negocio”. Esto les ha permitido establecer contactos con empresas de la costa oeste de EEUU.
Allergeneat es una app que detecta los 14 alérgenos de declaración obligatoria de los productos alimentarios envasados, solo con la lectura del código de barras. “Aportamos una solución innovadora en cuanto al servicio prestado a la sociedad. Logramos que las personas alérgicas e intolerantes a alimentos no tengan que leer las etiquetas de los productos en busca de alérgenos. Hemos logrado que solo acercando el código de barras a la cámara del teléfono móvil, sin la necesidad de tener conexión a Internet, el usuario pueda determinar en milisegundos, si puede o no consumir el producto escaneado. Hasta ahora, las aplicaciones existentes aportan alrededor de 30.000 referencias en productos y la credibilidad de esos datos se puede ver en entredicho, ya que los usuarios pueden subir productos a la plataforma e indicar qué alérgenos tienen. Allergeneat tiene una base de datos con más de 100.000 referencias y hemos diseñado un algoritmo que hace que los datos que alberga la aplicación tenga una fiabilidad del 99 por ciento. Además, hemos llevado a la perfección la experiencia de usuario para que en menos de 100 milisegundos se obtenga la respuesta al escaneo, cosa todavía no lograda”, sostiene Sánchez, que recuerda que los principales problemas que tuvieron que solventar fue, por un lado, la obtención de los datos de los fabricantes, “algo que fue realmente complicado y tedioso, pero gracias a algunos contactos dentro del sector logramos con mucho esfuerzo disponer de muchas referencias. Y otro problema que resolvimos fue superar la veracidad de los datos, que podrían quedar en entredicho si no fuera por el algoritmo aplicado a los más de dos millones de campos que alberga nuestra base de datos”.
Allergeneat, que ha cerrado una ronda de 400.000 euros, prevé cerrar este año con una facturación cercana a los 80.000 euros.

Florster. Venta online de flores de temporada, frescas y de origen local
Para competir en un mercado como el de las floristerías necesitaban saber cómo ‘respiraban’ los usuarios de este tipo de producto. “A través de foros y comentarios en tiendas de venta online, detectamos una serie de problemas recurrentes. Eso nos hizo ver que había muchas cosas para mejorar en este sector”, recuerda Elena Zhabreva, fundadora, junto a Manuel Gouveia, de Florster, un ecommerce de ramos de flores de temporada, frescas y de origen local.
“Leímos muchos comentarios negativos de los compradores respecto a la calidad de los ramos que recibían porque no coincidían con las fotos expuestas en las web de esas tiendas. Encontramos muchas quejas respecto a la entrega de las flores por parte de las empresas de reparto. Los clientes no habían tenido buenas experiencias de entrega. También detectamos que muchas de las flores que se vendían eran importadas, lo que perjudica mucho a los agricultores locales que no pueden soportar la competencia y se ven obligados a cerrar sus centros de cultivo. También detectamos el desperdicio de flores que no se llegan a vender. Las floristerías tradicionales pueden llegar a perder hasta un 40% de sus flores porque no saben gestionar cuántas flores acabarán vendiendo”.
Zhabreva y Gouveia, que han invertido hasta la fecha unos 50.000 euros de recursos propios, investigaron también cómo se solucionaban esos problemas en otros países y decidieron poner en marcha Florster con la idea de mejorar, no solo varios aspectos de la venta de las flores, sino también de crear otra forma y cultura de consumir este tipo de producto. “Queremos convertir en algo natural el hecho de regalar flores y que la compra sea toda una experiencia. Para hacer más personal el envío, en Florster grabamos videos con nuestras GoPro, colocadas en nuestras cabezas. Así, podrán ver cómo se construyen los arreglos de flores, cómo las transportamos en bicis y cómo las entregamos”. Ahora buscan crear un modelo de franquicia para expandir su marca.

Lovenature Superfoods. Proveedores de ingredientes ecológicos a granel
En un año escaso, los hermanos Arrigazzi, Iván y Frank, han desarrollado Lovenature Superfoods, un negocio de importación de productos orgánicos con el que han conseguido cerrar acuerdos comerciales con proveedores por valor de 6 millones de euros. Y todo, de forma remota (Frank vive en Dinamarca e Iván, en Madrid), sin financiación externa, sin oficinas, ni personal, tan sólo ellos dos.
Los hermanos Arrigazzi son proveedores de ingredientes ecológicos a granel en grandes cantidades a diferentes supermercados europeos y empresas punteras en el sector orgánico. “Nuestros pedidos mínimos son 10 toneladas. Y nuestro catálogo, a día de hoy, contiene más de 200 referencias, como el aceite de coco, la quinoa, la avena, el azúcar de coco, la espirulina… Al tener pocos recursos, en lugar de comprar ingredientes y ofrecerlos, decidimos establecer acuerdos con cooperativas a nivel global trabajando directamente con productores directamente en origen y negociar con ellos precios lo más competitivos posibles con la visión de vender volúmenes grandes. Así, a nuestros potenciales clientes, les ofrecemos ingredientes a precios muy competitivos, además de toda la logística del producto: proceso de envío por barco, tramitación de la documentación…; todo, desde el origen hasta la puerta del cliente”, explican los hermanos Arrigazzi.