“Nadie sin su ración diaria”. Este es el lema de Naria, una startup nacida con el objetivo de facilitar la digitalización de los bancos de alimentos para los más necesitados.
Este tipo de instituciones operan siempre con una financiación muy ajustada y no se pueden permitir el lujo de malgastar un solo euro, por lo que suelen tener problemas para incorporar la tecnología y abordar el proceso de transformación digital que está viviendo el conjunto de la sociedad.
Así pues, Naria ha decidido poner solución a este problema. Su propuesta apunta en distintas direcciones. Por un lado, esta startup canaliza la comida que les sobra a las empresas hacia las entidades sociales, empleando para ello un sistema de seguimiento que registra cada movimiento mediante tecnología blockchain.
Por otra parte, la startup ha ideado un sistema que complementa a las tradicionales donaciones en especie a los bancos de alimentos en las ‘operaciones kilo’. “En vez de comprar un kilo de arroz físico, lo puedes hacer a través de una aplicación móvil o de unas pantallas que colocamos en supermercados. Así se ahorra a los bancos de alimentos la logística del transporte”, apunta Kilian Zaragozá, cofundador y consejero delegado de la empresa, en declaraciones recogidas por El País.
El círculo se completa con unas ‘tarjetas monedero’ que las asociaciones dan a las personas que lo necesitan para que compren directamente en la tienda aquellos productos que requieran.
El proceso es sencillo. A través de su aplicación móvil y de unos tótems instalados en las tiendas, los donantes de alimentos hacen sus aportaciones, sin tener que llevar los kilos de comida a ningún sitio. Dichas donaciones se convierten en ingresos en una cuenta bancaria del banco de alimentos, que posteriormente destina el dinero a las personas que lo necesitan a través de esas ‘tarjetas monedero’, con las que pueden comprar los alimentos que requieran dentro de un catálogo de productos preseleccionados.
Las ventajas del sistema de esta startup
Este sistema tiene varias ventajas. Una de ellas es evidente es que soslaya los inconvenientes logísticos que supone el traslado de kilos de comida desde el supermercado hasta los locales donde después se repartirán, con el posible deterioro de los paquetes en todos estos movimientos.
Y otro de los beneficios que ofrece es que se acaba con las famosas ‘colas del hambre’. Las personas que necesiten de esta ayuda no tienen que verse en la situación de tener que esperar largas colas a las puertas de los lugares en los que se hace entrega de los alimentos, sino que reciben su tarjeta y pueden ir a comprar al supermercado como cualquier otro cliente.
Naria empezó a gestarse en 2020 y desde entonces ha logrado acceder a dos rondas de financiación, en las que ha captado 352.000 y 400.000 euros para el desarrollo de su tecnología.
En estos años, la startup ha empezado a colaborar con instituciones como Cruz Roja y varios bancos de alimentos. Además, ha alcanzado acuerdos con empresas como Capsa Food, Platos tradicionales o Gourmet Catering, con el fin de transformar su excedente en ayuda alimentaria.
Por ejemplo, El Economista se hacía eco del acuerdo con Capsa Foods, que busca mejorar la gestión de los productos cortos de fecha industriales para hacerla más eficiente. El objetivo es poner dichos artículos a disposición de las organizaciones sociales capaces de hacer llegar estos alimentos a las personas que lo necesiten dentro de un entorno digital ágil, confiable para todas las partes, transparente y que permita hacer seguimiento de todas las acciones, para lo cual se echa mano de la tecnología blockchain.
Esta iniciativa es una muestra más de que el emprendimiento social, aunque quizá sea menos lucrativo, también puede ser muy interesante. Si tienes algún proyecto de este tipo, te recordamos que el plazo de inscripción para la XVIII convocatoria del Premio Jóvenes máshumano está abierto hasta el 15 de septiembre.