x
Contenidos exclusivos, revista física
y muchas más ventajas

El negocio más sostenible: una botella de algas que se desintegra

Ni plástico, ni metal, ni cartón. La botella de agua más sostenible está hecha de algas y se desintegra cuando acaba de beberse el líquido contenido en ella.

22/05/2023  David RamosIdeas de negocio

Las algas pueden tener la solución definitiva a la contaminación generada por los envases plásticos, como las típicas botellas de agua.

No es una cuestión baladí, puesto que estos residuos son un problema cada vez mayor. Según Greenpeace, la producción global de plástico alcanzó los 380 millones de toneladas en 2015. Y la mayor parte esos envases no se recupera.

Por ejemplo, en el caso de España, la mitad de los envases acaba en el vertedero, según dicha organización. Y en el conjunto de Europa, National Geographic estima que una cuarta parte de estos desechos no son tratados adecuadamente y terminan en el vertedero.

Asimismo, el informe ‘Plastic Waste Makers Index’ de Minderoo Foundation, desvela que el mundo generó 139 millones de toneladas de desechos plásticos de un solo uso en 2021. Esta ingente cantidad de residuos plástico supone una enorme amenaza medioambiental y da lugar a aberraciones como la famosa ‘isla de plástico’ del Pacífico, descubierta hace ya medio siglo, como recordaba Muy Interesante. De hecho, National Geographic indica que cada año llegan al mar 8 millones de toneladas de residuos plásticos, por lo que se prevé que en 2050 haya más plástico que peces en los océanos.

Además, hay que tener en cuenta el impacto ambiental que comporta la producción de estos envases. Según el citado estudio de Minderoo Foundation, la emisión de gases de efecto invernadero en todo el ciclo de vida de los envases plásticos supuso en 2021 una cifra similar a la de todo un país como Reino Unido: 460 millones de toneladas de CO2e.

Buena parte de estos envases son botellas de plástico. No en vano, cada año se producen 500.000 millones de botellas de plástico, según Greenpeace. Se trata de un asunto que nos debe preocupar a todos, por lo que son muchas las personas, empresas e instituciones que están tratando de dar una solución a este problema.

Un ejemplo de ello es Ari Jonsson, un diseñador islandés que ha ideado una botella que se descompone una vez que se vacía su contenido. La base de su invento es el agar en polvo, una sustancia que se extrae de algas marinas rojas y que también es utilizada en la industria alimentaria, según explica El Economista.

Jonsson presentó su proyecto en el festival ‘DesignMarch’ de Reykjavik, en 2016. Esta iniciativa surgió cuando conoció los datos sobre la ingente cantidad de desechos plásticos que se producen todos los días, despertando en él la necesidad de desarrollar un material que lo sustituyese.

El diseñador comenzó a estudiar las propiedades de diferentes materiales para determinar cuál podría ser adecuado para producir una botella de agua. Tras esta investigación, descubrió en las algas una forma de agar en polvo que, al mezclarse con agua, forma un material gelatinoso que se puede verter en un molde con forma de botella.

La botella mantiene su forma mientras está llena de agua, pero empieza a desintegrase en cuento queda vacía, ya que está hecha de materiales 100% naturales. Según explica su creador, la botella se puede recalentar y volver a verter en el molde si presenta algún fallo o tiene un orificio.

Además, el agar es completamente comestible, por lo que el usuario puede comerse la botella elaborada con este derivado de las algas una vez que haya terminado de beberse el agua, si le gusta su sabor.

Muchas empresas están trabajando en el desarrollo de otras soluciones que ayuden a reducir el desecho plástico que originan las botellas de agua. Por ejemplo, la empresa malagueña Ly Company vende agua envasada en bricks fabricados con cartón y plásticos reciclados. Se dirige esencialmente a empresas y organismos, como Cabify, Cruz Roja, Audi, Meliá, etc., a quienes ofrece el producto personalizado.

FreeWater es otro ejemplo. Se trata de una empresa que regala agua embotellada en bricks de cartón o botellas de aluminio. En este caso, la compañía obtiene sus ingresos de los anunciantes que estampan la publicidad en los envases de las botellas que regala, como contábamos en este artículo publicado en EMPRENDEDORES.