El objetivo de Joel Joli, Sergio Luaces y Robert Cabrera es la de rescatar un sector “que estaba en declive debido a sus costes y sus estilos anticuados. Con Blackpier le hemos dado la vuelta a la sastrería tradicional utilizando las nuevas tecnologías para que todo el mundo pueda disfrutar de ropa a medida”, explican.
Con la ayuda de la incubadora y aceleradora de Internet Mola, un préstamo Enisa (de 44.000 euros) y el apoyo del business angels Damià Castells han montado Blackpier, una tienda online que vende prendas de vestir de gran calidad, inicialmente para hombre (trajes, camisas, blazers, chalecos, etc.), hechas a medida. “A través de la web, el cliente configura la prenda deseada siguiendo unas guías que le ofrecemos. Una vez configurado el producto, deberá tomarse sus medidas corporales en este caso siguiendo unos vídeos tutoriales que hemos preparado para facilitar la labor. Finalmente, el pedido llega a Shanghái, donde se confeccionan las prendas individualmente y, en un plazo máximo de 15 días laborables, el cliente recibe su pedido en casa”.
Modelo de negocio
Gracias a la venta online, “nuestro modelo de negocio se caracteriza por una reducida carga de costes estructurales como locales de venta, almacén, personal, etc. Los ingresos tienen su origen en la confirmación del pedido, consiguiendo así el cobro por anticipado. A partir de un precio base, el cliente puede obtener el producto deseado y, si quiere, puede añadir personalizaciones que hacen incrementar el precio final de la prenda, de la misma forma que pasa, por ejemplo, con la compra de un coche”.