Enrique Ismael Mendoza –con el asesoramiento de Alexis Quesada, director del Instituto Universitario de Ciencias y Tecnologías Cibernéticas, donde el primero desarrolló su proyecto de fin de carrera– se planteó la idea de aplicar la robótica al turismo, “y se nos ocurrió crear un asistente turístico robótico de información. Después, gracias a mi participación en el concurso Yuzz, el proyecto fue evolucionando hasta convertirse en la idea empresarial que es hoy”, afirma Mendoza.
Yuubo es una empresa que da soluciones robóticas a cadenas hoteleras que deseen ofrecer un servicio personalizado a sus clientes. “Nuestro robot –Yuubo– se encuentra en las habitaciones de los hoteles y permite a los huéspedes disfrutar de un entorno acorde con él y a los hoteles y recopilar información de sus clientes mediante su interacción con el robot. Nuestra tecnología supone el siguiente paso en los sistemas de fidelización actuales. Nos dimos cuenta de que hay programas de fidelización que intentan aportar valor añadido a los clientes, pero con poco éxito porque las personas que forman parte de esos programas se benefician de los mismos privilegios. El trato sigue siendo indiferenciado. Yuubo resuelve éste y otros problemas”.
El objetivo de Mendoza es captar financiación que les permita desarrollar un segundo prototipo con más servicios. Para ello, ha estimado una inversión inicial necesaria de unos 100.000 euros para poder comercializar el robot, que le podría reportar una facturación cercana a los 2,6 millones de euros.
