Siempre insistimos en esta revista en que los tiempos de crisis son también de oportunidades. A la redacción nos han llegado casos de profesionales de alto nivel que han salido del mercado laboral antes de tiempo a lo largo de 2009 y 2010, profesionales con una lista de contactos que más de un directivo ya desearía y que tienen difícil su reincorporación profesional. Y mientras tanto , las pymes continúan teniendo problemas financieros para asumir la contratación de puestos directivos de nivel para áreas clave como finanzas o márketing. ¿Les echamos una mano a ambas partes? Hemos encontrado inspiración en una empresa británica que nos pone sobre la pista de cómo podríamos solucionarlo: ofrecer a través de una consultora de Recursos Humanos los servicios de estos profesionales a tiempo parcial a pymes con presupuestos ajustados.

EAT YOUR CAKE: CANDIDATOS DELICATESSEN
Su idea de negocio es sencilla: ha aplicado el concepto delicatessen a la selección de Recursos Humanos. Para empezar, su empresa únicamente trabaja para start–ups. Además, está especializada únicamente en puestos directivos con experiencia contrastada en el mercado (nada de recién licenciados, lo que no quiere decir que no haya profesionales jóvenes en su cartera de candidatos). Su fuerte son los directores financieros, de márketing y de comunicación. Y su valor diferencial es que todos sus candidatos son profesionales habituados a fórmulas de empleo flexible (‘a la europea’, que no ‘a la española’). Ah, y sólo cubren la ciudad de Londres (en breve tienen previsto abrir una oficina en Zurich). ¿Te preguntas por qué sólo trabajan para start–ups?
A Azita Qadri se le ocurrió su idea de negocio en 2001 mientras cursaba un máster en la escuela de negocios Insead. “Me encantaría poder decir que se me ocurrieron mil ideas durante el máster… Pero únicamente di con ésta: aplicar soluciones de trabajo flexible a las empresas”, bromea Qadri desde su despacho en Londres. Tardó todavía seis años en poner su idea en marcha. “2001 no era el mejor año para arrancar con un negocio recién licenciada…”, cuenta. Mientras, trabajó en empresas como Dell o en eBay, en ambos casos desarrollando oportunidades de negocio en el mercado de las pymes, y en proyectos de microfinanciación en Costa Rica. Y una vez en marcha, en 2007, tardó en enfocar su negocio. “También me encantaría decir que acerté a la primera con mi idea de negocio, pero me equivoqué al principio con el tipo de clientes al que me quería dirigir: empresas grandes”, reconoce ahora sin complejos.
“Me había empeñado en centrarme en el mercado de grandes empresas, que apreciaban la calidad del negocio, pero que no contrataban nuestros servicios. Y mientras hacía la labor comercial con los grandes, iba ganando clientes entre las pymes, en su mayoría start–ups de menos de 25 empleados. El problema estaba en que no me daba cuenta. No fue hasta el segundo año de funcionamiento del negocio que me di cuenta de qué era lo que funcionaba”.
“Me encontré con que este tipo de empresas no sólo estaba dispuesto a optar por opciones flexibles de contratación, sino que necesitaba perfiles directivos de calidad en finanzas y márketing que, en su mayoría, no podía pagar lo que valían en el mercado… a jornada completa, pero sí a media jornada…”, concluye.