No es por llevarle la contraria al ministro de Educación, José Ignacio Wert, pero las cifras de españoles residentes en el extranjero en edad de trabajar –llámales cerebros fugados, llámales españoles por el mundo– es ciertamente, hmmmm, ¿inquietante? Al margen de los nietos de exiliados españoles que hayan podido pedir la nacionalidad española, muchos jóvenes españoles encuentran su primer trabajo fuera de España.
¿Muchos? ¿Cuántos? Por ejemplo, nos encontramos, según datos del Padrón de Residentes en el Extranjero (PERE), con 4.360 españoles de entre 25 y 29 años trabajando en Estados Unidos; otros 6.378, en Alemania; y 4.495, en Reino Unido. Esto por elegir tres países –que sumados nos dan 15.243 jóvenes– en los que, sospechamos, pocos nietos de exiliados españoles debe haber. Y esto seleccionando únicamente una franja de edad, porque precisamente en estos tres mismos países la cifra se duplica cuando subimos el siguiente escalón: entre 30 y 34 años.
Pensando, pensando, en oportunidades de negocio, se nos ocurre que a alguno de esos 211.311 españoles de entre 25 y 34 años, les puede interesar regresar a España y que puede haber otros 211.311 españoles a los que se les puede ocurrir salir fuera.
Habíamos leído recientemente en un boletín del ICEX que Irlanda preveía crear 2.500 puestos de trabajo en el sector del videojuego de aquí a 2015 y se nos ocurrió que esos puestos –de ser cierta la noticia– no se cubrirían sólo con desarrolladores irlandeses.
Luego nos acordamos de algo que nos había contado Javier Sevilla, fundador de Jobssy.com, una startup española afincada en EE UU que aplica inteligencia artificial a la búsqueda de empleo, que había sectores donde ahora mismo es muy complicado encontrar perfiles para un puesto –”si ahora buscas un programador de Ruby on Rails, por ejemplo, te las vas a ver y te las vas a desear”– y que esa situación no era exclusiva de España.
Pues bien, si te fijas, todos los esfuerzos para la búsqueda de empleo son locales, aunque las empresas sean globales.
Ayudar a encontrar trabajo en otro país a los nuevos 211.000…
Supongamos que eres de esos profesionales que sí que saben programar en Ruby on Rails… puede que te paguen más en una empresa alemana o estadounidense que en una empresa española y que, entonces, te interese más irte fuera. En ese caso, se nos ocurre, te interesaría buscar trabajo no únicamente en España, y, además, te gustaría trabajar para una empresa que fuera pintona. Se trataría de montar una especie de agencia de headhunting, pero a la inversa, buscando empresas para profesionales.
Otra opción es hacerle la competencia a Sevilla y hacer una plataforma inteligente de ofertas y búsqueda sólo para trabajos delicatessen internacionales, en este caso, sí, teniendo como clientes a las empresas.
… O ayudar a regresar a españa a esos 211.000 cerebros
Pero, claro, no todo va a ser ayudar a ese éxodo de profesionales españoles a salir del país. También tiene que ser negocio atraer ese talento para que retorne a España. Por lo general, se trata de profesionales que han tenido acceso a empleos y a puestos de nivel alto, con lo que a su regreso aquí deberían encontrar algo similar. ¿Vías? Se nos ocurre que muchos de esos perfiles le vendrían de perlas a empresas startups que salen de viveros de universidades y que le pondrían sentido financiero y comercial a más de una spinoff.