“Si nuestro abuelo y nuestra madre lo consiguieron, nosotras también”, dicen las gemelas Reyes y Ángela Queraltó, dando a entender que, aunque se presenten con el apellido materno, la empresa la han montado ellas solas desde cero, sin ayuda económica familiar de ningún tipo.
Mala maestra no han tenido. Reyes Queraltó es la presidenta del Grupo R Queraltó, un ecommerce que opera dentro del sector farma reconocido el año pasado por Cepyme (Confederación de Pequeña y Mediana Empresa) como la Pyme del Año. Se premiaba así la trayectoria de una empresa familiar con 125 años de historia que, en el último lustro, ha conseguido dar un salto cualitativo en su capacidad competitiva estableciendo una estrategia multidominio y multimarca, tanto B2B como B2C mediante webs propias y marketplaces.
Grupo R Queraltó, actualmente capitaneado por Francisco Abad, CEO y esposo de Reyes Queraltó, está presente en más de 30 países de Europa, lo que supone hasta el 40% del total de sus pedidos en un crecimiento progresivo de su facturación. En la actualidad, trabajan por superar los 100 millones de euros de facturación para 2025, fecha en la que también esperan aumentar su alcance internacional en Latinoamérica y Emiratos Árabes.
La empresa cuenta, también, con su propio vehículo de inversión, Quelton Ventures, desde donde apoyan a diversas startups que innovan en proyectos digitales, como Rolando Digital que también encabeza Abad, entre otras. El Grupo R. Queraltó destina cada año el 5% de su presupuesto al desarrollo de nuevos de proyectos, muchos de ellos desarrollados con el talento de los propios empleados. La compañía ofrece también un horizonte de oportunidades a los jóvenes que se enfrentan al mundo laboral, motivo que le llevó a ser reconocida a la Creación de Empleo en el año 2019 y a pyme con Mejores Prácticas de Pago en 2021.
Bikinis de ‘casta Queraltó’
De algo habrán servido los pocos o muchos consejos que les hayan dado los padres, aunque cuando las hijas gemelas, Reyes y Angela, deciden montar su propia empresa prefieren hacerlo solas.
Todo surge casi como un juego. Durante los meses de confinamiento a causa de la pandemia, las hermanas reciben un perrito de regalo. Pasados unos meses, deciden sacar los bikinis del armario y prepararlos de cara al verano, cuando se dan cuenta de que el cachorro los ha destrozado. Como no había mucho que hacer en esa época, se animan a encargar unos retales por Internet para, sin tener ni idea de patronaje ni confección, diseñar y coser sus propios bikinis. El resultado lo comparten con algunas amigas de los grupos de Whatsapp y empiezan a pedirles algo similar, aunque personalizado.
Hasta ahí vale, porque todavía daban abasto para satisfacer los pedidos con su máquina de coser que remataban a mano. Lo malo, o lo bueno, llega cuando se animan a abrir una cuenta en Instagram para mostrar los modelos. Ahí, sin haber creado aún la marca, estuvieron a punto de morir de éxito porque, aunque no se pueda hablar de avalancha de pedidos, sí fueron suficientes como para desbordar su capacidad de producción.
Entonces es cuando las hermanas Queraltó optan, a los 22 años y aún estudiantes de Grado, establecerse como autónomas y crear la marca de Bikinis Quelton, hechos a mano y personalizables para venderlos a través de su propio ecommerce: queltonshop. Conscientes de que el cuello de botella estaba en la producción y en sus escasos conocimientos en costura, externalizan la elaboración en un pequeño taller que, de vuelta, les entrega un producto que poco o nada tenía que ver con lo que habían encargado.
Al final encuentran otro pequeño taller en Madrid que asume la producción de los bikinis customizados, empiezan a subir vídeos virales en TikTok y el negocio toma vuelo. Actualmente, se posicionan como una marca dentro del slow fashion y comprometida con la sostenibilidad y el medio ambiente dado que, además de utilizar telas recicladas, por cada prenda que venden plantan un árbol a través de una ONG con la que tienen suscrito un acuerdo.
Con cerca de 10.000 seguidores en Instagram y 14.000 en TikTok, las hermanas Queraltó confían en cerrar el año habiendo facturado 32.000 euros. Aunque el sueño a largo plazo es convertirse en un Scalpers, el objetivo inmediato es ampliar la gama de productos con prendas que no sean tan estacionales como los bikinis y bañadores para chicos, y abrir una tienda física. Con estas miras, reinvierten todo lo que ganan para alzarse con el liderazgo en ecommerce dentro de su rango. “Y si no sale, pues nada, nos lo tomaremos como si nos hubiésemos pagado un master, porque al final aprendes un montón”, concluyen.