Y por qué no prestar los servicios allí donde los requiera el paciente? Esa es la pregunta que se hicieron Natalia Pedrajas y Carla Rodríguez para diseñar y definir lo que sería APEC, una empresa que ofrece servicio de asistencia psicológica y/o educativa individualizada e integral, llevada a cabo en el domicilio o en el entorno en el que se mueva el paciente.
“Entre todos los servicios que ofrecemos, destaca el trabajo en el propio domicilio por su innovación y eficacia. Se trata del único en el mercado que incluye, además del apoyo integral en el lugar de residencia, la colaboración estrecha con los profesionales de la psicología, la medicina y la educación del entorno del paciente, y el asesoramiento a los familiares (padres, madres, hijos e hijas, tutores, etc.) acerca de cómo trabajar con las personas que sufren un problema”.
Estas profesionales han desplazado la imagen del psicólogo de consulta con bata blanca para trabajar en otros entornos: “Puede ser la casa del paciente o en un parque, o acompañándole en sus desplazamientos, o en una piscina…, donde el paciente requiera de nuestra asistencia”. Todos los psicólogos que colaboran en APEC “son profesionales con experiencia, y además, con el objetivo de mantener el mismo sistema de trabajo: antes de formar parte del equipo, reciben formación específica”. Prevén facturar unos 100.000 euros.