Román Callbetó tuvo hace un año y medio una visión: una tienda en el centro de Barcelona de alquiler y venta de vehículos eléctricos, comenzando con bicicletas y motos y que incluirá más adelante coches. No sabía nada de este tipo de vehículos (trabajaba en una multiancional del sector del packaging), ni sobre el sector (sólo lo que había leído en prensa y que le había inspirado la idea de negocio… Ni siquiera había probado estos vehículos). Sin embargo, sabía que había una oportunidad de negocio y, a pesar de la situación de incertidumbre económica, no estaba dispuesto a dejarla pasar.
Pequeño, pero… ¿Hay mercado ahora mismo? “Ésta es una carrera a medio–largo plazo. El mercado es reducido, pero por eso también es un sector con capacidad para crecer en tiempo de crisis”, asegura Callbetó. “El sector de público preocupado por la contaminación no es muy grande; además el gran público desconoce este tipo de productos. De hecho, cree que estás hablando de juguetes (al estilo de los patinetes eléctricos), y pueden sustituir a motos de combustible”, añade este emprendedor.
De momento ha comenzado a evangelizar a los cerca de 50 hoteles que rodean esta tienda.
Con la Ley de Movilidad Sostenible en el horizonte
Nada se sabe todavía del borrador del anteproyecto de Ley de Movilidad Sostenible en el que está trabajando el Gobierno, tan sólo que lo conoceremos antes de que concluya 2009. Mientras tanto, comunidades autónomas como Valencia o Andalucía, conceden ayudas para promover la compra de turismos de propulsión eléctrica, híbrida, pilas de combustible o alimentados por gas natural, gases licuados del petróleo o hidrógeno. Son ayudas que disminuyen el sobrecoste que suponen estos vehículos alternativos. El Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) acaba de firmar un acuerdo con compañías de renting para apoyar –con 4,2 millones de euros– la incorporación de vehículos de mayor eficiencia energética adquiridos para contratos de alquiler a largo plazo.