Los pisos turísticos eran un negocio de lo más rentable antes de la pandemia. Tanto es así, que una habitación doble podía generar unos ingresos de entre 1.800 y 2.700 euros mensuales en ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla, tal y como explica Housfy. Sin embargo, el crecimiento de la gentrificación ha obligado a las administraciones a aprobar nuevas regulaciones para controlar su crecimiento.
Las normativas sobre los pisos turísticos son muy diferentes en función de la comunidad autónoma y la ciudad donde se encuentre el alojamiento. Así, la rentabilidad de este negocio en algunas zonas puede verse comprometida cuando el turismo -sobre todo, el internacional- recupere sus cifras habituales, algo que podría ocurrir durante los próximos meses, toda vez que los ritmos de vacunación se mantengan estables y la pandemia que en un segundo plano.
La regulación de los pisos turísticos en las ciudades más demandadas
Madrid. La capital de España es uno de los principales destinos de los turistas que alquilan un piso turístico. En este sentido, las asociaciones de propietarios de estos negocios esperan recuperar su actividad habitual el próximo otoño, la época prevista para que el Ayuntamiento de Madrid apruebe la nueva normativa, que sustituirá a la aprobada en 2019 bajo el mandato de Manuela Carmena.
Hasta entonces, la normativa obliga a los propietarios de pisos turísticos a contar con licencia de actividad, así como a mantener en sus alojamientos una entrada directa a la calle, para no mezclar a los vecinos con los huéspedes. Ahora, el sector reclama una limitación de apartamentos por barrios, para poder luchar contra la acumulación excesiva de estas viviendas, sobre todo en el centro de la ciudad.
Barcelona. La ciudad catalana es una de las más visitadas de España, por lo que los pisos turísticos son un negocio igual de rentable que en Madrid. Para montar uno de estos negocios en Barcelona, también es obligatorio contar con una licencia de actividad, que queda registrada en el Registro de Turismo de Catalunya (RTC).
Además, el Ayuntamiento de Barcelona ha establecido cuatro zonas dentro de la ciudad, en función de la densidad de pisos turísticos que tenga. Así, en la zona 1 no se conceden más licencias; en la zona 2 solo se aprueban si otro apartamento se da de baja; en la zona 3 se puede dar de alta un alojamiento si antes se ha dado de baja otro en cualquiera de las tres primeras categorías; y en la zona 4 se prohíbe absolutamente la creación de nuevos pisos turísticos.
Sevilla. El Pleno del Ayuntamiento de Sevilla aprobó su regulación sobre los pisos turísticos en febrero de este año. El reglamento establece que “las nuevas viviendas turísticas se regulen urbanísticamente como servicios terciarios de hospedaje y dejen de ser calificadas como uso residencial. Así, deberán cumplir los mismos requisitos previstos en la normativa para este tipo de establecimientos en función de su ubicación”, explican desde el consistorio.
El negocio de convertir locales en pisos turísticos
En este contexto, normativas como la de Madrid, que obliga a los propietarios a mantener una entrada directa a la calle, está impulsando la aparición de un nuevo negocio: la transformación de locales en viviendas, que pueden ser vendidas o alquiladas como pisos turísticos.
En este nuevo negocio tiene mucho que ver el aumento de los precios de la vivienda en los últimos meses. Contra todo pronóstico, el coste de las viviendas de segunda mano ha llegado a crecer hasta un 3,5%, a pesar de la crisis derivada de la pandemia. Esta evolución, sumada al cierre de numerosos locales comerciales desde que estalló la crisis -un 30%, según algunos datos-, es el principal argumento de los que ven en este mercado una oportunidad para hacer negocio.
A la hora de comprar estas viviendas para convertirlas en pisos turísticos, también es interesante que valores la conveniencia emprender en este sector, en un contexto donde el mercado está saturado en las grandes ciudades y la competencia es numerosa. En este sentido, la ubicación del apartamento, el precio y los servicios incluidos son los principales factores que pueden determinar el éxito o el fracaso del negocio.