El nacimiento de Pika Band es premonitorio. Víctor Bolós se despertó a las 3 de la madrugada con la idea en la cabeza. Esperó hasta lo que consideró una hora prudente, las 6.30 de la mañana de un domingo, y llamó a Francisco Suay Pérez, su profesor de Marketing en la Universidad CEU Cardenal Herrera, para contarle la idea. A éste ni la hora ni el ingenio les parecieron inoportunos y se comprometió a contactar con un alumno brillante, Jacinto Fleta del Castillo, para proponerle el desarrollo. Así se constituye el equipo y cinco días más tarde la empresa: People Geolocalization S.L.
La razón social no obedece, sin embargo, a un sistema de geolocalización. El plan que desveló a Víctor fue la fabricación de una pulsera de silicona con un chip identificador acoplado bajo la tecnología Near Field Communication (NFC). Lo único que se requiere para su uso es la adquisición del dispositivo y un smartphone NFC Android, el sistema operativo que usamos el 87% de los españoles y que se puede configurar desde el menú de ajustes.
Un dispositivo autónomo
¿Por qué la tecnología NFC y no otras de las disponibles como GPS o el código QR? Porque lo que buscaban era un producto tecnológico pero barato, de uso sencillo, que no estuviera condicionado por la conectividad, cobertura o cargas y que fuera útil para una amplia franja de la población.
Menos que un tuit
El primer colectivo que se consideró fue el de la infancia. Para este surgieron las originales pulseras Pika Band, un pequeño accesorio con el identificador donde, con un máximo de 113 caracteres alfanuméricos, pueden gravarse datos como el nombre, edad, zona de residencia, enfermedades…e indicar los números de las personas con la que debemos contactar en caso de extravío o situación de alarma. Lo único que tiene que hacer la persona que encuentre al niño es acercar su móvil al dispositivo y consultar los datos “que no quedan grabados en el teléfono”, subraya Víctor.
Útil para casi todo
Pronto dedujeron que las propiedades del sistema podían adaptarse a muchos más colectivos como personas con Alzheimer, alérgicos, runner, ciclistas…y, en definitiva, a todo aquello que no quisiéramos perder de vista, incluido el perro. Surgen así los tres productos básicos: Pika Band, la pulsera que ya hemos referido a un precio de 19€ la unidad; Pika Pet, que es el colgante para mascotas a 9€ y Pika Travel, etiqueta para objetos como maletas o bolsos que cuesta 7€.
Distribución
Exceptuando el tercero, que se distribuye exclusivamente en agencias de viaje, los restantes pueden adquirirse a través de su página web o en puntos de venta concertados, preferentemente grupos farmacéuticos y veterinarios. El compromiso para la venta online es la entrega a domicilio en un plazo máximo de 48 horas por cuyo servicio hay que abonar otros 3,5€ por gastos de envío. Realizan también, como fuentes de ingresos secundarias, acciones de patrocinio y venta a grandes empresas que ofrecen la pulsera implementada como valor añadido.
Emprendedor inquieto
No pueden decir cuántas han llegado al consumidor final pero sí que en apenas cuatro meses han fabricado más de 20.000 pulseras. Llevan invertidos 34.000 € procedentes de recursos propios y esperan terminar el año con una facturación de 150.000€, de los que un 10% derivarán a asociaciones benéficas y un 30% será reinvertido en I+D aunque dice Víctor que guardan otras siete adaptaciones en la recámara y que, está convencido, recorrerán el mundo.