Pho es la comida tradicional de Vietnam: una sopa de fideos con diferentes ingredientes que se come en el país asiático para desayunar, comer y cenar, e incluso en las tres comidas.
“La idea de crear la cadena de restaurantes Pho la tuvimos mientras viajábamos por el sureste asiático. A mi marido Stephen y a mí –relata Juliette Wall– nos sorprendió que, en los puestos de comida ambulante, básicamente sólo elaboraran un plato (Pho), pero lo hacían excepcionalmente bien”. Y este es el concepto que han importado a Inglaterra: unos restaurantes contemporáneos, sobrios y con un menú limitado, pero de alta calidad. En un unos minutos se puede leer toda la carta que ofrece 11 sopas pho (su plato estrella), algunos entrantes, ensaladas y curry vietnamita. Todo ello sin florituras.
“La verdad es que los inicios no fueron sencillos, Stephen y yo hacíamos de todo: la compra, la limpieza, el marketing, la contabilidad…. Fue la única forma de asegurarnos la apertura de nuestro primer restaurante en 2005. Cuando se nos acabaron los ahorros, tuvimos que rehipotecar el apartamento donde vivíamos (les dieron 150.000 euros), lo que nos permitió salir adelante”, explica Wall, que ahora tiene ingresos anuales de más de 8,7 millones y, desde 2009, cuenta con beneficios.
Ubicaciones céntricas
Su cadena tiene ocho restaurantes, siete de ellos en la capital británica y uno en Brighton, una de las ciudades costeras más alternativas del país. La localización céntrica de los locales ha sido clave para su clientela, “por ejemplo, en Londres contamos con los trabajadores de la City que vienen a comer entre semana al mediodía”, dice Wall.
Además, Pho ofrece comida para llevar, pero no como el resto
de las cadenas: para garantizar la mayor frescura del plato, los ingredientes vienen por separado para mezclarlos de la manera adecuada (instrucciones incluidas en el takeaway), justo antes de comerlo.