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Pan Creativo Artesano

¿Un horno tradicional sin mostrador? ¿Por qué? “Porque nuestro pan es diferente al convencional y necesitamos interactuar con el cliente, explicarle cómo está hecho. Queríamos eliminar todo tipo de barreras ...

01/07/2013  Redacción EmprendedoresIdeas de negocio

¿Un horno tradicional sin mostrador? ¿Por qué? “Porque nuestro pan es diferente al convencional y necesitamos interactuar con el cliente, explicarle cómo está hecho. Queríamos eliminar todo tipo de barreras entre nuestros productos y los clientes. Además, sabemos que la venta directa, si está a la misma altura que el cliente, es mucho más eficaz que cualquier otra”, explica Fernando Charlín, uno de los dos socios de Pan Creativo Artesano.

Pero, cuidado, porque el hecho de que el pan esté expuesto en estanterías al alcance del público no significa que sea autoservicio. “Lo servimos nosotros. El cliente no puede tocar el pan, pero sí elegir qué pieza le gusta más”, añade Charlín.

El mayor atractivo de este concepto de panadería es el producto, claro. Una oferta muy variada y orientada a la máxima creatividad: “Ofrecemos el pan gallego y uno ecológico todos los días. Y uno o dos sabores creativos que vamos cambiando cada día. Hemos visto que la gente viene mucho por el ecológico, elaborado cien por cien con la harina del cereal (espelta), sin trigo. También tenemos pan de avellanas con miel de azahar, pan de cerveza negra, de tinta de calamar, panes de hamburguesas, pan a las cuatro pimientas o con Pedro Ximénez…”, comenta Charlín.

El objetivo es transmitir la cultura del pan al cliente y con un producto muy especial. “El local es muy pequeño, tiene 21 metros cuadrados. Queríamos que fuese un sitio abierto, que la gente viese cómo elaboramos el pan y el resto de los productos”.

Producciones limitadas y elaboración artesanal

Hay que tener en cuenta que al tratarse de un producto artesanal estamos obligados a “tener una producción limitada. Fabricamos al día unas 70 barras de pan, aparte del producto que lo acompaña. Todo hecho a mano, con masa madre natural, importantísimo para nosotros. Y una fermentación prolongada, más de 15 horas. El precio es más elevado que el resto de la oferta que hay alrededor. Una barra de pan de espelta cuesta dos euros. Tenemos unas 16 panaderías cerca. Es un negocio en auge, pero todas se basan en el mismo concepto: pan precocinado que metes al horno y lo sacas a la venta. Nosotros no queríamos hacer lo mismo. Eso sí, para rentabilizarlo tienes que tener una estructura pequeña: local y equipo. Nosotros somos tres”.

Redacción Emprendedores