Regalos, masajes, enseñanza… Hoy en día cualquier cosa se puede conseguir descolgando el teléfono.
El ritmo de vida actual hace difícil compatibilizar nuestra vida profesional con la personal. A veces, resolver alguna pequeña avería en casa, ganar tiempo para hacer la compra o, simplemente, tener la posibilidad de hacer las tareas del hogar, se convierte en una misión imposible. En estas necesidades domésticas, muchos empresarios han encontrado su oportunidad de negocio: poder ofrecer al cliente, por medio de una llamada telefónica, el canguro para los niños, el alquiler de sus películas favoritas o pienso para las mascotas. Son las llamadas empresas de teleservicios, que se distinguen, no por los artículos que ofertan, sino por la forma que tienen de trabajar. Estos negocios permiten al cliente recibir un determinado servicio o producto en su propio domicilio, sin moverse de casa, y sólo llamando por teléfono. Este sistema fue introducido por Telepizza hace años y mucho se ha repartido desde entonces.
En principio, la mayoría de empresas se dedicaba a llevar un producto a domicilio pero, hoy en día, esta forma de negocio se ha extendido y podemos diferenciar dos tipos: las que llevan un artículo a casa y las que prestan y realizan servicios a domicilio. Actualmente, estas últimas son las más numerosas en el panorama de los teleservicios. Masajes, enfermería, asistencia doméstica, enseñanza escolar, gimnasia en casa, etc. La lista de actividades que se ofrecen a domicilio es eterna, pero siempre se puede seguir innovando en un ámbito tan amplio como éste. No hay que olvidar que hablamos de una forma de negocio, no de un sector en concreto.
Modelo al alza
El número de empresas que optan por esta fórmula está creciendo. Aunque es difícil dar cifras económicas del volumen que generan, al no pertenecer a un sector concreto, sí podemos afirmar que las enseñas que optan por comercializar sus productos y/o servicios a través de pedidos telefónicos, crece cada año.
Inversión asequible. Para empezar, estos proyectos son sencillos de gestionar y no necesitan grandes inversiones.
Conocimiento de causa. Muchas de las ideas que inspiran la creación de un teleservicio nacen de la propia experiencia personal de sus promotores. Con frecuencia, los creadores de las empresas, siendo primero consumidores, tuvieron determinadas necesidades en momentos concretos y decidieron suplirlas ellos mismos. Pero no todas esas demandas personales son susceptibles de convertir- se en teleservicios rentables.
Sus deseos son órdenes
Una conocida máxima comercial dice que el cliente siempre tiene la razón, es el que manda. Por ello, tras ver qué queremos ofrecer, es fundamental estudiar la acogida que tendrá ese teleservicio. Antes de lanzarte a emprender, debes estudiar la viabilidad de la idea y, para ello, debes tener en cuenta los siguientes puntos:
Existencia generalizada de la necesidad que pretendemos cubrir. Que nosotros tengamos una necesidad no significa que los demás también. Es fundamental utilizar alguna herramienta de medición.
Originalidad de la propuesta. Quien da primero, da dos veces. Pero hay que ser prudentes. A veces, por buscar la innovación ante todo, perdemos de vista que hay servicios y artículos que no son susceptibles de venderse por teléfono o internet.
Estudiar la competencia existente. Ese análisis, deja al descubierto las debilidades y fortalezas de los que ya hacen una labor parecida. Dentro de ese estudio, hay dos puntos fundamentales: no perder de vista las empresas ya consolidadas que ofrecen el servicio de entrega a domicilio como valor añadido, por un lado y, por otro, conocer los proyectos que han fracasado desarrollando esa actividad para no tropezar en la misma piedra.
La hora de la acción
Una vez que tienes pleno conocimiento del sector en el que quieres emprender y ya con la decisión tomada, no pierdas el tiempo y pon sobre la mesa tu proyecto.
Reacción inmediata. Cuando compruebes que tu idea es factible, actúa con rapidez. El mercado está en constante movimiento y debes intentar ser el primero.
Publicitar tu negocio. Un producto novedoso lo debes anunciar, que la gente lo conozca. Es importante hacer campañas de mantenimiento. Cuando el servicio es original, los medios de comunicación son los que lo dan a conocer, haciendo informaciones sobre ese negocio.
Ganar la confianza de los usuarios. El número de pedidos inicial suele ser mínimo, pues nadie deja entrar extraños en su casa. Es recomendable hacer promociones para que la gente se interese.
No conviertas en ‘telefracaso’ tu negocio
Muchas iniciativas que han optado por este modelo de negocio han fracasado. La lista de tropiezos es casi tan larga como la de aciertos. Analizando estos casos, estos son sus puntos comunes y los que debes evitar para que tu ‘teleservicio’ consiga el éxito:
1. Buscar la innovación por sistema. En el ámbito del servicio a domicilio hay que innovar sin morir en el intento y no dejarnos llevar solo por la intuición.
2. Competir con firmas asentadas. A veces se crean empresas de servicio a domicilio que ofrecen artículos que ya grandes cadenas de tiendas te ofrecen sin tener que moverte de casa.
3. En sectores de alimentación y salud, es difícil entrar. Hay productos en los que el cliente exige máxima confianza y es reacio a comprar a distancia.
4. Obviar que Internet es una herramienta básica. Estos servicios no deben olvidar que la Red es un medio publicitario económico y que aumentará tus clientes.
5. El servicio de comida a domicilio está saturado. Tras Telepizza, la hostelería ha sido el sector más proclive a crear teleservicios. Pero pocas empresas han dado con la receta perfecta, fracasando algunas que buscaron innovar.