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Forrest Gump como fuente de inspiración emprendedora

Sergi García-Alsina es el fundador de Neuboots, una empresa que busca transformar el concepto tradicional de la bota de esquí aplicando la biomecánica.

15/05/2022  Diego S. AdelantadoIdeas de negocio

Los inicios de Sergi García-Alsina como emprendedor forman una historia curiosa. Comenzó heredando el gimnasio más antiguo de España, un negocio familiar fundado por su tatarabuelo en 1868. “Yo era la quinta generación”, recuerda, “y heredé todos los problemas del mundo, porque la última persona que lo llevó fue mi abuelo y, con el boom de los gimnasios, nos quedamos obsoletos”. 

Varias décadas después, aquel fracaso, sumado a su dilatada experiencia en consultoría y el sector deportivo -fue el director de la Maratón de Barcelona hasta 2016-, le han servido para emprender una nueva aventura con Neuboots, una compañía con la que pretende revolucionar el sector de las botas de esquí.

En realidad, el proyecto nace de una idea de su padre, un médico especialista en rehabilitación y biomecánica de 83 años, que identificó un problema común en los esquiadores: La incomodidad de las botas. “A raíz de toda su trayectoria profesional, donde ha trabajado con diferentes prótesis, encontró una, que se utiliza para los niños que tienen polio, como en la película Forrest Gump”, explica García-Alsina.

Así, partiendo de esta idea, y tras muchas pruebas a sus espaldas, Sergi García-Alsina y su padre se han embarcado en la aventura de crear una bota de esquí revolucionaria. Su modelo obtiene la rigidez de una exoestructura, pudiendo practicar el deporte con las mismas garantías que con una bota tradicional, pero ganando versatilidad al poder caminar con ellas, “una de las grandes necesidades de las personas que practican este deporte”.

Dificultad para emprender en el sector industrial

Aunque Neuboots es la dueña de la patente a nivel europeo, el camino no ha estado exento de grandes dificultades. Prueba de ello es que, durante sus primeros seis años de vida, la compañía se ha centrado de forma exclusiva en el desarrollo del producto. En esto tiene que ver el hecho de que se trata de una tecnología disruptiva, pero también del carácter estacional del esquí, que les ha obligado a “alargar los plazos por tener que esperar a cada temporada para probar el producto”.

Además, se trata de un proyecto ambicioso, con una gran inversión y unos recursos con los que García-Alsina y su padre no contaban en un primer momento. La solución que encontraron es un gran ejemplo. En primer lugar, consiguieron forjar una alianza con una empresa de ingeniería, Magrana, que “desde el principio, nos facturaron muy poco, a cambio de obtener créditos de lo que no hemos facturado con anterioridad cuando finalmente estemos en el mercado”. 

Por otro lado, una pequeña ronda de inversión lanzada en 2019, que se suma a los más de 100.000 euros que pusieron de su bolsillo y una línea de financiación con Enisa de otros 100.000, han dado gasolina al proyecto “para poder seguir probando” -han lanzado hasta siete prototipos- “y empezar a hacer un poco de marketing”.

Pero, ¿cómo convencer a alguien para que aporte en un proyecto nuevo y con pocos recursos como el de Neuboots? Para García-Alsina, la clave se encuentra en “saber qué es lo que quiere el inversor en cada etapa”. En su caso, al contar con un modelo de negocio costoso y largo, descartaron rápido a “los que querían un retorno rápido de su dinero”. 

Sin embargo, “como sabíamos que tenemos un producto buenísimo, que soluciona un problema muy generalizado, acudimos a inversores que sabíamos que practicaban el esquí. A los esquiadores les gustó mucho. Acudimos a business angels con un perfil al que le gustaba esquiar, lo que también les ayudó a entender perfectamente cuál era el problema y nuestra solución”, recuerda.

Ahora, con casi todo el trabajo de desarrollo realizado después de seis años de actividad, buscan una financiación “más profesional” que les permita encarar su siguiente etapa. El plan pasa por lanzar su primera preventa en España y el sur de Francia, una serie corta de producto que llegará en la temporada de esquí 2023-2024. De ahí, García-Alsina sueña con dar el salto a los Alpes, “el gran mercado mundial”, después de concentrarse en la industrialización de sus botas, y poder salir fuera de Europa entre 2025 y 2026, una década después de dedicarse al proyecto a tiempo completo.

Emprender a partir de los 50

La historia de Sergi García-Alsina y Neuboots es todo un ejemplo para aquellos que quieran montar un negocio desde cero en un sector tan complicado como el industrial. Sobre todo, para los que cuentan con más de 50 años, como es el caso de este emprendedor, que hace unos meses ganó tercera edición de los Premios +50 Emprende, una iniciativa para poner en valor el talento español más senior. 

Bajo el punto de vista de García-Alsina, emprender a su edad “solo tiene ventajas, si eres consciente de dónde te estás metiendo. Tienes un bagaje profesional importantísimo, que te hace ver con antelación los proyectos más atractivos. Y, por el lado personal, haber podido vivir muchos años te permite tener cierta experiencia de vida en términos de paciencia, etc.”, resalta.

Así, el emprendedor recomienda lanzarse a la aventura, y no rechazar ningún tipo de ayuda, tanto en términos de financiación como de formación y aceleración. “Que te puedan ayudar bien a encauzar tu proyecto es clave, bien mediante la formación o mediante auditorías. Esto es un consejo importante, y muy fácil de conseguir para alguien que quiera emprender cuando ya es senior, porque solo necesitan que les marquen bien el camino y saber que se están dando los pasos que se correspondan”, concluye.

Diego S. Adelantado