rtar un factor diferenciador, un aspecto que atraiga a los padres, bien por la novedad de lo que se oferta o por su capacidad para adaptarse a los tiempos, ya sea ofreciendo artículos más asequibles o por incorporar nuevas tendencias. “A nivel de consumo, con la crisis, se valora mucho más, la relación calidad-innovación- precio”, confiesan en Probebé.
Ahora bien, ¿en qué aspectos hay que incidir para triunfar? Señalemos algunos de ellos.
Componente emocional. Existe un factor contra el que ni la crisis puede luchar: tener un hijo es una experiencia incomparable. Este factor que guía las acciones consumistas de los padres resulta todo un filón para emprender negocios en torno al recién nacido. “El componente emocional conlleva a un aumento en la venta de productos para bebé, sobre todo cuando se trata del primer niño en la familia”, inciden desde Asepri.
Productos necesarios. Aunque la ilusión pueda incitar a los padres a la compra por capricho, este sector juega entre sus bazas con la de la necesidad: “No hay que olvidar que los productos para la infancia son muchos de ellos necesarios para nuestros hijos, lo que ha influido en que nuestro sector se haya visto menos afectado por la caída del consumo”, concluye Mompó. Tanto es así, que las ventas se incrementaron en 2009 un 6,33% respecto al año anterior, con una facturación cercana a los 1.000 millones de euros.
Boca a boca. “En este negocio funciona mucho el boca a boca”, afirma María Martín, fotógrafa profesional especializada en reportajes para bebés. Y es que cuando nace un niño las recomendaciones de otros padres son frecuentes. ¿Y de quién fiarse mejor que de quien está en nuestra misma situación? Esto es algo que no hay que infravalorar, pues si una madre está satisfecha con un artículo, se lo terminará contando a otras que confiarán plenamente en ese consejo.
Amplia clientela. No sólo los padres son clientes potenciales; abuelos, tíos y amigos son también diana de las atenciones comerciales, ya que querrán regalar algo al niño. En este caso, los componentes de la originalidad y la innovación pueden predominar en la elección del producto, con la intención de desmarcarse de las otras decenas de regalos que recibirá el bebé.
Exportación. En 2009 la exportación supuso el 26,25 % del total de la facturación de las empresas españolas. Y es que el Made in Spain cuenta con un prestigio añadido en el sector de la puericultura, lo que nos ha convertido, según Estacom, en el primer exportador de la UE, muy por delante de Francia, Italia o Alemania.