Enthec es una empresa española que se ha especializado en ciberinteligencia y vigilancia en tiempo real. La empresa surge en Madrid en el año 2019 como iniciativa de María Rojo, la CEO, aunque pronto se sumaron al proyecto Ricardo Sánchez, Maximiliano Castignani y Alvaro Lisón.
Su primer producto lanzado al mercado es Kartos, del que ya se habló en esta web. En resumen, lo que ofrecen son unos robots de inteligencia artificial que, con solo introducir un dominio busca, reporta y monitoriza todas las filtraciones de una empresa a la Red que puedan suponer un riesgo de seguridad y reputacional.
Los ciberdelitos más asquerosos
Sin embargo, de lo que queremos hablar en este artículo es de la herramienta que quieren lanzar el próximo año. En principio se llamará Terón y el propósito es crear un instrumento que sirva de apoyo a las Fuerzas de Seguridad del Estado destinadas a la investigación de los ciberdelitos.
“Habíamos oído hablar de lo que se mueve en la Deep y en la Dark Web, pero cuando entramos empezamos a ver miles y miles y miles de páginas con negocios de pederastia, tráfico de órganos, de droga, de armas, trata de mujeres, de niños…Todo lo que se ve ahí es aberrante, pero hay que entrar para identificarlos y combatirlos. ”, comenta María Rojo.
Los retos
La web profunda es una capa de la red de internet oculta y totalmente cifrada a la que no se puede acceder por un explorador convencional. Solo puedes entrar a través de la URL que te facilita la organización a través de distintos nodos que van utilizando para romper lazos. Cada uno de ellos con una ubicación distinta. Así que el primer reto de todos los que persiguen este tipo de delitos en la red es identificar la URL.
Existen distintos servidores para alojar estas URLs, como TOR o I2P, entre otros, que facilitan las redes ocultas. Lo grave es que no hace falta ser un genio en informática para aprender a manejarte en ellos y crear tu propia URL, claro que también hay expertos que se dedican a ello.
El segundo reto es verificar el contenido porque mucho del que se publica es falso, en este caso no tanto para despistar a los agentes de seguridad como para mentirse y robarse entre ellos mismos. Por ejemplo, uno puede decir que tiene disponibles 30 tarjetas de crédito con saldo, creerse la fake, comprarlas y luego ser mentira.
El tercer reto es, después de atravesar todas las capas eliminando los cifrados, llegar al punto de partida de la información, al origen, quién es esa persona, en qué país está y en qué punto.
Todo eso es lo que quieren conseguir con Teron: encontrar el contenido realmente delictivo, catalogarlo y llegar al origen.