Origami es lo que en castellano llamamos papiroflexia, un arte de origen japonés basado en el plegado de papel sin usar tijeras ni pegamento para realizar figuras de formas variadas, muchas de las cuales podrían considerarse como esculturas de papel. A esto se dedica profesionalmente el emprendedor Manuel Carrasco desde hace 13 años, después de tener que cerrar su estudio de arquitectura a raíz de la fuerte crisis de 2008.
Desde entonces regenta Minimum, la única tienda especializada en origami en España. No es que sea el único que cultive este arte en nuestro país, pero “sí que soy el único que se ha atrevido a montar un negocio especializado en ello. Lo que me sorprende es que en estos 13 años nadie más se haya animado a hacerlo”, afirma.
El local lo tiene en el distrito de Moncloa, en Madrid, donde, además de vender papeles especializados, figuras y libros, da talleres formativos de papiroflexia a jóvenes y adultos aprovechando el componente científico que incluye este arte que incorpora mucha matemática y geometría. Como señala Carrasco la técnica del plegado tiene numerosas aplicaciones con proyección científica. Se usa, por ejemplo, en la elaboración de los telescopios, paneles desplegables de las estaciones espaciales, para los airbag de los automóviles e incluso existen nano-robots inyectables en los vasos sanguíneos para detectar tumores y estrangularlos hechos con origami.
Pero Manuel Carrasco no trabaja a estos niveles, el prefiere moverse más en el terreno artístico y publicitario de donde también le llegan numerosos encargos. Suyas son, por ejemplo, las figuras utilizadas por Banca March en su última campaña promocional ‘Crecer juntos’.
La lámpara que tiene Blanca Suárez
También correspondían a Manuel Carrasco las 2.500 lámparas que le encargó Coca-cola para decorar su espacio Royal Bliss hace un tiempo celebrado en las instalaciones del COAM (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid). “Ha sido el encargo más gordo que he recibido hasta ahora, pero se hizo con tan poco tiempo que tuve que pedir ayuda a través de Facebook”, recuerda. Al final colaboraron con Carrasco un centenar de personas, muchos amigos y alumnos.
La experiencia al final fue un poco frustrante porque por razones de seguridad y de normativa al final las lámparas fueron regaladas a los invitados motivo por el cual sabe que la actriz Blanca Suárez tiene una de las lámpara de Carrasco.
En cuanto al negocio, no se queja. Aunque no tiene tienda online, sí recibe numerosos encargos de particulares que manda por correo. Las figuras son obras artísticas hechas a mano. Su precio varía en función de su dificultad, principalmente y no son reproducibles por medios industriales dado que es una labor totalmente artesanal y piezas únicas.
El hecho de no tener competencia propicia que le encarguen este tipo de trabajos tan especializados y eso que existe la Asociación Española de Papiroflexia para promover la práctica y el disfrute de esta técnica de la que Miguel de Unamuno fue un gran divulgador, aunque el escritor la llamase ‘cocotología’.