“Analizamos varios estudios de mercado en los que se veía que los calcetines era el segmento que más crecía en el sector textil y en el que el hombre gastaba más que la mujer. Comprobamos que las barreras de entrada no eran muy altas y elaboramos un plan de negocio para ver la viabilidad de la idea”, relata Espada.
Pero SOCK’M no es una marca de calcetines coloristas al uso, sino que su negocio está enfocado a llevar la creatividad y el diseño de calcetines hacia entornos no trabajados anteriormente por ninguna marca, como puede ser el turismo espacial. Con esa idea, el pasado mes de junio lanzaron una edición limitada de calcetines especiales, los Space socks, que usarán los turistas que viajarán al espacio con la empresa Zero to Infinity.
“Todos nuestros diseños son hechos a mano por ilustradores y, luego, digitalizados. Somos una de las pocas marcas que utiliza algodón egipcio, el mejor del mundo. Adicionalmente, por nuestro background en comunicación, somos capaces de desarrollar proyectos como los Space socks con mucha rapidez, facilidad y con una inversión reducida. Tenemos en marcha ya otro proyecto que en breve saldrá al mercado. Fabricamos en Oporto en una de las principales fábricas de calcetines del mundo, proveedora de marcas como Calvin Klein o Paul Smith y que cada año selecciona un proyecto que está en su fase inicial. Vendemos a través de 100 tiendas multimarca y en online a través de nuestra web. Tenemos distribuidores en Japón, Canadá y Alemania. El negocio internacional pesa ya un 20% y nuestro foco es desarrollar Japón, donde vemos muchas oportunidades”.
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