x
Contenidos exclusivos, revista física
y muchas más ventajas

El increíble negocio de este manchego propietario de 40 asteroides

Su nombre es Mario Esteban, es de Valdepeñas (Ciudad Real) y se proclama propietario legal de un total de 40 cuerpos celestes y asteroides según consta en acta notarial con ...

11/05/2023  Ana DelgadoIdeas de negocio

Miasteroide es el nombre de la empresa creada por Mario Esteban para operar comercialmente con los 40 asteroides que adquirió el año pasado. Se presenta en la web como “una joven empresa de consulting y asesoramiento en adquisición de asteroides y sus recursos que desarrolla su actividad en el campo de las inversiones en el espacio”. Ofrecen, asimismo, “asesoramiento en minería espacial y cómo hacerse propietario de asteroides de valor incalculable”.

De esto debe de saber bastante Mario Esteban, interesado en contribuir “a la minería espacial a gran escala” motivo que le llevó a convertirse ante notario en propietario legal de 40 cuerpos celestes y asteroides mediante un acta de propiedad registrada a su nombre. Tras un intento fallido de contactar con Mario Esteban, no hemos logrado hablar con él, aunque sí que otros medios han conseguido publicar fotos suyas donde posa con el acta notarial y la ristra de los asteroides de su propiedad.

Entre estos, habría alguno a los que los expertos le atribuyen un alto valor por la presencia de determinados metales, como es el caso de 16 Psyche, Apophis, del que se dice que podría impactar con la tierra en 2029. En cuanto al 16 Psyche, algunas fuentes calculan su valor económico en varias decenas de veces superior al de nuestro planeta Tierra en el supuesto de que algún día fuésemos capaces de aprovechar las riquezas que los científicos estiman que alberga.

A los adquiridos por Mario Esteban, añade en la página web un largo catálogo de otros asteroides que podrían adquirirse al precio medio de 2.000 euros, aunque también los tienen low cost, por menos de 500€. 

Para formalizar la adquisición, Miasteroide dice contar con la colaboración de una notaria y recuerda que “ya es posible realizar dicho documento notarial de forma online (mediante videoconferencia con notario) y desde cualquier país del mundo”.

La dueña del sol también es española 

Aunque pueda sorprender, no es la primera vez que un español se declara propietario de grandes bienes celestes. Sin ir más lejos viguesa Ángeles Durán se hizo popular en nuestro país hace algo más de una década tras registrar a su nombre la propiedad del sol.

Con la luna no pudo hacer lo mismo porque en 1980 se le había anticipado el americano, Dennis Hope, pionero en este mercado, quien pidió a un juzgado de Estados Unidos no solo que se le adjudicara la propiedad de la luna sino que también pusieran a su nombre a todos los planetas del Sistema Solar.

Sin embargo, mientras que Ángeles Durán se quedó en el mero registro, a Hope se le atribuye un lucrativo negocio en torno a la venta de terrenos extraterrestres. Fue el primero en dedicarse a la venta de parcelas lunares actividad con la que, según algunas fuentes, habría ganado alrededor de 9 millones de dólares después de haber vendido acres lunares a más de 6 millones de personas, entre otros John Travolta, Tom Hanks, Tom Cruise, George Lucas o Clint Eastwood.

El vacío legal en el que se amparan

En los tres casos citados se acogen al mismo argumento a la hora de justificar la legalidad de sus actividades. Circunscribiéndose al derecho espacial se remiten al ‘Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes’. 

Dicho documento aprobado en la Asamblea General de las Naciones Unidas y firmado el 27 de enero de 1967, establece que  “ninguna nación por apropiación tendrá soberanía o control sobre cualquiera de los organismos descentralizados (…) El espacio ultraterrestre, incluso la Luna y otros cuerpos celestes, no podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera”. 

Se habla, pues, de Estados y Gobiernos, pero la prohibición no se hace extensiva ni a las empresas privadas ni a ciudadanos particulares, la baza a la que se acogen todos los referidos para apropiarse de algo que, en principio, no corresponde a nadie mediante la simple asunción de los costes de un notario. 

Ana Delgado