“Facilitamos un patrón base, a través de una herramienta desarrollada expresamente para el proyecto, y es el usuario quién se diseña las prendas que va a recibir. El administrador de cada pedido pasa la ficha técnica de ese pedido al taller, donde se corta y se confecciona a mano. Esto supone un alto nivel de satisfacción por parte del cliente, ya que recibe una prenda única, de acuerdo a su gusto y con una confección excelente”, asegura Begoña Núñez, promotora de Mamá Mi Sol, que tiene muy medidos los pasos futuros.
En breve abrirá mercado en Reino Unido, Portugal, Francia e Italia, “para continuar en la siguiente fase al resto de Europa y Estados Unidos. El diseño empresarial de Mamá mi Sol está planteado para ser escalable, con un modelo de comercialización medido, optimizado y rentable para saber adaptarse a cada etapa de crecimiento de la empresa. Así, el canal de venta es una plataforma online, donde no hay stock (porque cada usuario se configura su prenda) y subcontratamos los medios necesarios a través de acuerdos cerrados con distintos proveedores (taller de confección, modistas, patronistas, logística…). Nuestro objetivo es optimizar continuamente los recursos que se pueden disponer de manera eficiente”.