Trocasport: Material deportivo de reestreno
Marta Hortelano, Paula Artiach y Sonia Janin fundaron Trocasport a finales de 2012, con el propósito de ocupar un hueco en el mercado de la compraventa de material deportivo de segunda mano y outlet. Los vendedores pueden llevar a Trocasport el material deportivo que no usen y la tienda se encarga de revisarlo, valorarlo, ponerlo a punto y subirlo a la plataforma online. Cuando otro usuario lo compra, se abona el importe correspondiente al vendedor. “El plazo para todos los artículos que entran en depósito en Trocasport es de seis meses. Si en este tiempo algo no se ha vendido, debe ser retirado. En caso contrario, se dona a Fundación D&D. La compra se hace siempre a través de nuestra plataforma, no teniendo que tratar con diferentes vendedores. Y nosotros ofrecemos los servicios de envío, devolución y garantía. Las comisiones van desde al 20% al 50%, dependiendo de factores como antigüedad, precio de venta o estado”, anota Hortelano.
Para el comprador que accede a Trocasport, el funcionamiento es idéntico al de cualquier otro comercia electrónico, incluyendo la seguridad en los pagos, la posibilidad de hacer devoluciones, etc. En el caso del material usado, se establece un plazo de 30 días para realizar devoluciones, aunque éstas no se abonan en efectivo, sino con un vale para utilizar en la tienda.
“Han pasado por Trocasport más de 10.000productos. Teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos sólo tenemos uno artículo de cada, en este momento tendremos más de 2.000 referencias. Cada mes recibimos entre 300 y 500 artículos y vendemos entre 250 y 450 productos”, precisa.
YuMe: Un ‘facebook’ de compra,venta, trueque y alquiler
YuMe se creó en 2013, gracias a la iniciativa de José Luis Rey y Guillermo Martín, con la intención de aunar el concepto de consumo colaborativo y de red social en el marco de una aplicación móvil. El punto fuerte de esta app es que potencia la comunicación entre usuarios, además de contar con un carácter total, ya que permite cualquier tipo de transacción: alquiler, cambio, compra, venta e incluso peticiones de cosas que se necesiten. Con este fin, YuMe ha desarrollado un sistema basado en hashtags para vincular automáticamente oferta y demanda.
Otro aspecto diferenciador es la combinación de un carácter público y privado. “YuMe tiene la opción de negociar sólo con amigos (Mi red) o con cualquier usuario de YuMe (El Mundo)”, precisa Martín, responsable de desarrollo técnico de la plataforma. “Igual que WhatsApp o Facebook, queremos centrar el valor de YuMe en las relaciones con nuestros amigos dentro de la aplicación”, añade. Además, cuenta con un protocolo de ayuda al cliente en caso de quejas y reclamaciones, con el fin de ayudar a la resolución de posibles problemas que pudieran surgir.
Vaciatucasa: La evolución digital del ‘garage sale’
Miguel Gil de Gómez y su mujer, Julia Trobo, son los fundadores de Vaciatucasa. “La idea surgió cuando tuvimos que liquidar una serie de artículos y no encontramos quien nos pudiese ayudar y evitar tener que negociar, publicar los anuncios etc.”, explica Gil de Gómez. De esa experiencia surgió la iniciativa de gestionar la compraventa de artículos de aquellos propietarios que cambian de vivienda y necesitan vender su mobiliario. La evolución 2.0 del mercadillo de garaje. “No compramos, sino que gestionamos los artículos, buscamos compradores. Nunca quisimos comprar porque da la sensación de que se intenta engañar al vendedor al pedir poco por los artículos y revenderlos al máximo precio posible. Tuvimos claro que queríamos ir a comisión y ser transparentes.
Y queríamos evitar costes logísticos, ya que se trata de buscar el máximo beneficio para nuestros clientes. Por ello, los artículos están en donde indica el cliente. Se evita almacenaje, transporte y posibles deterioros, pues el mobiliario no sufre cuando se monta y desmonta”, comenta. La empresa se encarga de revisar in situ los artículos, medirlos, tomar las fotografías y subir a la plataforma todo el catálogo de productos de cada casa, clasificándolos por nombre del propietario y ubicación.
Así, al hacer clic en un hogar se observan todos los artículos en venta. Además, Vaciatucasa se ocupa de difundir la oferta en redes sociales. “Nuestro beneficio empresarial procede única y exclusivamente de la comisión que le aplicamos a nuestros clientes. Esta comisión es de un 25% sobre las ventas que efectuemos, más el 21% de IVA”, precisa el cofundador.
RailPanda: Reventa segura de billetes de tren
“Estudiando el mercado, vi que la reventa de billetes de tren era algo factible. Había un nicho que se podía explotar”, relata Pepe Cabestany, fundador de RailPanda . Ese fue el germen de esta plataforma, que pone solución a un problema frecuente: qué hacer cuando no se puede aprovechar un viaje de tren que ya hemos comprado. “Para comprar o vender un billete no es necesario ponerse en contacto con la otra persona, por lo que te ahorras quedar en la estación para hacer el intercambio de dinero y billete o que te regateen el precio. Además, comprar y vender es seguro, porque todos los billetes que se ponen a la venta son revisados y verificados y porque retenemos el dinero hasta que el viaje se ha realizado de forma correcta” , explica.
Los usuarios que quieran vender su billete sólo tienen que subirlo a la web en pdf y poner el precio. Y cuando alguien lo compra, recibe dicho pdf en su cuenta de usuario. Pero poner en marcha una iniciativa como esta no es fácil. “Los inicios son complicados porque mucha gente no te conoce y no se fía de la reventa de billetes de tren. Para nosotros, la seguridad es muy importante. Además del e-mail, pedimos el número de teléfono móvil”, especifica Cabestany.
Asimismo, insiste en que el billete que se pone a la venta queda oculto al público hasta que un comprador realiza el pago. Una vez adquirido, no es reembolsable, aunque la plataforma se ofrece para ayudar al nuevo propietario a revenderlo, en caso de ser necesario. ¿Y de dónde saca beneficio? “Subimos un 10% el precio que pone el vendedor. También aplicamos unas comisiones del 3%+0,35 euros, que es lo que nos aplica el proveedor bancario”, anota.
Relendo: La mejor manera de alquilar productos a tus vecinos
Se trata de una plataforma de consumo colaborativo que permite el alquiler de todo tipo de productos entre personas en una misma zona. “Es como el wallapop del alquiler”, señala Borja Postigo, responsable de Marketing de Relendo. “La idea surge de la experiencia personal de Dhiren Chatlani –cofundador de Relendo, junto con José Vicente Ruiz–. Después de años viajando por distintos países y viviendo con prácticamente lo que le cabía en una maleta, se dio cuenta de que hay miles de productos que sólo necesitamos de manera ocasional”, comenta Postigo.
El usuario-arrendatario sólo puede buscar y seleccionar el producto que desea alquilar en la web o en la app, reservar las fechas y hacer el pago seguro a través de la plataforma. Si surge alguna duda antes de pagar, puede contactar con el dueño para pedir más detalles, como estado, disponibilidad, etc. Una vez cerrada la transacción, tiene acceso al teléfono del arrendador para contactar y concretar el lugar de entrega.
Y los propietarios sólo tienen que registrarse en la plataforma y subir los productos que quieran compartir. Relendo hace hincapié en la seguridad: “Contamos con un seguro y no cobramos fianza. Si se produjese robo o daño, el seguro reembolsaría el valor del producto. También disponemos de un sistema”.
Closket: Renovar el armario y no morir en el intento
Las hermanas Cris y Katy Sainz fundaron Closket hace algo más de dos años. “La idea nace de una realidad offline, de ventas físicas en las que juntábamos a gente para vender sus prendas en desuso. Renovar el armario sin apenas gastar dinero se estaba convirtiendo en una necesidad. Y el armario ya no es un elemento estático, sino que las prendas entran y salen”, explica Cris.
Closket se propone facilitar ese intercambio. Los usuarios pueden gestionar su propio perfil, haciendo las fotos y subiéndolas. Y no tienen que desprenderse de sus productos hasta que se venden. La otra opción es la Gestión total. “Sólo tienen que enviarnos las prendas y las almacenamos en depósito, ocupándonos de todo.
El usuario gana dinero, espacio y tiempo”, anota. En ambos casos, la plataforma se involucra en el proceso de venta, haciendo control de calidad de las prendas. Revisa la higiene, posibles taras o presencia de etiquetas de marca, material y lavado, así como la temporada y valor de mercado. “Lo que nos diferencia de otros marketplaces es el control de calidad. Vemos si la prenda es apta para la venta en Closket y a qué precio, el cual fijamos conjuntamente con el vendedor”, puntualiza. Además, el comprador puede devolver la prenda si no queda satisfecho. El ahorro medio respecto al precio del producto nuevo está en torno al 65%. El servicio Gestión total también cuenta con la presencia de celebrities como Marta Sánchez, Ariadne Artiles o Fonsi Nieto, a los que Closket denomina Icons. “A través de la venta de sus prendas, colaboramos con diversas ONG”, comenta Cris. El negocio de Closket está en las comisiones variables que se aplican en las ventas.
Percentil: Tienda online casi nueva para niños y mujeres
“Partimos de la premisa de lo poco que dura la ropa de los niños, debido a su rápido crecimiento, y lo cara que es la ropa de calidad. Nos preguntamos por qué no reutilizar estas prendas, si estaban casi nuevas”, señala Luis Ongil, cofundador y CEO de Percentil, junto con Lourdes Ferrer y Daniel Bezares. Nació en el verano de 2012, ampliando el negocio a la ropa de mujer dos años después. “En España sólo existía la posibilidad de ir a una tienda física de segunda mano. Y en Internet, el usuario tenía que encargarse de todo el proceso: fotografiar las prendas, subirlas a la Red y gestionar la entrega y el pago. Queríamos hacer este proceso más sencillo y sin moverse de casa”, declara.
Para el comprador, Percentil funciona como cualquier otro e-commerce, incluyendo la posibilidad de devolución gratuita en un plazo de 14 días. En el lado del vendedor, el proceso es sencillo. “Tiene que pedirnos una bolsa a través de la web para introducir la ropa. Un mensajero la recoge gratis en el domicilio. Tras recibirla, seleccionamos las prendas aptas para la venta e informamos a la vendedora de cuánto ganará en un tiempo máximo de dos semanas. Esa cuantía se puede estimar previamente al envío con un simulador en la web”, explica Ongil.
El CEO de la empresa destaca este modelo de consigment: “Compramos la ropa, garantizamos su calidad y la almacenamos hasta su venta. El comprador accede de una forma limpia a las prendas, porque el proceso de selección ya está hecho por nosotros. El precio de venta se fija atendiendo al tipo de prenda, marca o temporada. “Suele ser hasta u n 85% inferior al de su coste original y durante todo el año”, precisa. La compañía obtiene beneficio de la diferencia entre lo que paga a la vendedora y el precio de venta final.
Manzanas Usadas: Productos Apple para todos los bolsillos
“Estudiamos todas las plataformas similares de compra, viendo sus fortalezas y debilidades y detectamos sus carencias a partir de encuestas realizadas a un amplio rango de encuestados. Manzanas Usadas surgió para dar solución a todas esas carencias”, afirma Javier Gutiérrez, cofundador de la plataforma, junto con Pelayo García.
Los vendedores publican el anuncio en el que fijan el precio e incluyen la descripción del producto Apple usado, especificaciones técnicas, fotos, etc. Y cuando un usuario lo compra, la plataforma retiene el pago hasta que el proceso de compra termina con éxito, contemplando un periodo de garantía de cinco días tras la recepción. En ese tiempo, el comprador puede devolver el producto si no está satisfecho, bien sea por mal funcionamiento o porque no se ajusta a la información publicada en el anuncio. Manzanas Usadas cobra una comisión al vendedor en cada transacción, descontando su importe del precio fijado por el vendedor.
Las comisiones oscilan del 6% al 8%, dependiendo del producto vendido, con un tope de 40-50 euros, más el 21% de IVA. Y los gastos de envío son asumidos por el comprador. “Si la transacción no se realiza o es fallida, no cobramos nada”, indica Gutiérrez.
Según explica, la fortaleza de su plataforma consiste en “la visión de llevar la seguridad del comercio tradicional a Internet”. Lo explica así: “Las condiciones generales son un marco totalmente entendible y claro en todos sus puntos. Somos los primeros en establecer dentro del comercio colaborativo un equilibrio de derechos entre comprador y vendedor”.
TrocUp: El trueque 2.0
Los creadores de TrocUp son Francisco González y Sergio R. Solís. Esta plataforma de trueque funciona desde finales de 2015 y nació gracias a un crowdfunding. En TroCup, los usuarios entregan artículos y reciben a cambio la moneda virtual de la plataforma –trocoins–, con la que pueden adquirir los productos allí albergados. Además, pueden proponer trueques de los artículos que ya no necesitan por otros del ‘escaparate’ de TrocUp.
La plataforma incluso establece un periodo de devoluciones. “Cuando alguien recibe un artículo, tiene 14 días para devolverlo a la plataforma y recibir el mismo valor en trocoins que usó para solicitarlos”, puntualiza González. En cuanto a su público objetivo, señala que son “personas que no tienen la necesidad vital de estrenar todo lo que necesitan, aunque en la plataforma hay productos nuevos”.
¿Y de dónde se saca beneficio, dado que no hay transacción económica? “El trueque en sí mismo no genera ningún beneficio. Y si existe algún margen diferencial en la intermediación, éste se destina al mantenimiento de la plataforma: almacenaje, gastos de recogida y entrega, etc. El beneficio se obtiene de empresas que cambian sus productos o servicios por visibilidad en nuestra plataforma, junto con la posibilidad de los usuarios de adquirir trocoins si no tienen suficientes para solicitar algún objeto”, apunta.
Weddalia: ‘Algo usado’… pero como nuevo
La experiencia personal de Jesús Martín y Aroa Marín les llevó a fundar Weddalia en 2014. “Queríamos vender el vestido de novia de nuestra boda de forma online y no encontramos ninguna página especializada en España. Es un producto con un valor emocional muy elevado y no nos sentíamos a gusto vendiéndolo en una página de anuncios de segunda mano generalista”, aclara Martín, CEO de la compañía. “Ayudamos a las novias que ya se han casado a recuperar hasta un 75% de lo que les costó el vestido de novia. Y si se trata de novias que buscan su futuro vestido, lo pueden encontrar como nuevo y con un increíble descuento”, declara.
La plataforma reúne más de 2.000 vestidos de novia en España, “con descuentos medios del 63%, pudiendo llegar a encontrar rebajas máximas de hasta el 96%”, especifica Martín. “Las novias que venden su vestido lo hacen con un precio medio de 620 euros, mientras que se pueden encontrar más de 100 vestidos por menos de 250 euros”, añade.
Las usuarias que deseen vender su vestido sólo tienen que rellenar un formulario con los detalles –marca, modelo, talla, color, silueta, tipo de escote, etc.– para crear el anuncio. Las potenciales compradoras pueden entrar en contacto con ellas a través de un formulario de contacto, estableciendo una conversación directa para cerrar la compraventa. “Cobramos un importe de 9,90 euros por publicar el anuncio. Así nos aseguramos de que todos los vestidos puestos a la venta son reales. Y están verificados por nuestro equipo de moderadores, que revisa uno a uno y de forma individual cada anuncio antes de que aparezca publicado, dando así una confianza extra a la compradoras”, aclara Martín.