El interiorismo puede convertirse en un negocio muy rentable en la actualidad. El crecimiento del sector de la reforma después de la crisis derivada de la pandemia ha incentivado a este sector, que vive uno de sus mejores momentos gracias a la gran cantidad de espacios que necesitan de una mano experta.
Así, uno de los grandes indicadores sobre el buen momento para abrir un negocio de interiorismo tiene que ver con las espectaculares cifras del sector de la reforma, que mueve 18.000 millones de euros cada año en España. Especialmente, a raíz de la pandemia, ya que “cuando las cosas van mal, la gente no compra pisos, pero los reforma. Cuando las cosas van bien, la gente compra, pero al tener un parque tan envejecido, después de la compra las reforma”, explicaba Enric Aparici, fundador de Aquí Tu Reforma, durante su intervención en la Feria Virtual de Franquicias organizada por Barbadillo y Asociados y la revista Emprendedores.
En este contexto, el interiorismo cobra especial importancia, teniendo en cuenta que uno de los puntos fuertes del auge de las reformas es la decoración y el diseño de los espacios. Este factor, sumado a que se trata de un negocio que no requiere de una elevada inversión inicial, hacen del interiorismo un negocio de futuro que puede ser muy rentable.
Claves para triunfar con un negocio de interiorismo

Los requisitos iniciales
Antes de iniciarte en el negocio del interiorismo, es necesario que sepas que no tienes por qué contar con una licencia de actividad. Sin embargo, acreditar formación como diseñador siempre será un punto a favor de cara a tus clientes, que preferirán a alguien con experiencia y conocimiento del sector antes de decidirse por algo tan importante como el aspecto de su futura casa.
Además, deberás contar con un equipo inicial que, si bien puede ser reducido, es imprescindible. Un ordenador con la potencia suficiente como para soportar los pesados (y caros) programas de diseño, así como un teléfono, página web, software de gestión…
Con respecto al local, no es necesario que cuentes con un espacio abierto al público en tu negocio de interiorismo. Al menos, en un primer momento. Puedes trabajar desde casa y aprovechar la tecnología existente para publicitarte, comunicarte con tus clientes por teléfono y videollamada, enviarles renders a través de alguna plataforma…
Captar clientes
A la hora de captar clientes, el interiorismo es un sector donde el boca a boca es una de las fórmulas que siguen funcionando. Cerrar tus primeras obras con éxito servirá para que los clientes te recomienden entre amigos y familiares que estén pensando en rediseñar sus viviendas. En este sentido, podrías optar por ofrecer unas tarifas reducidas en el primer momento, o contar con algún tipo de descuento para clientes que vengan recomendados.
Además, una de las claves para triunfar con un negocio de interiorismo es el detalle en los procesos. Por ejemplo, ofrecer a tus clientes un presupuesto lo más detallado posible (y cumplirlo) ayudará a que estos queden contentos con el resultado, y puedan eliminar o añadir nuevos “retoques” a sus proyectos.
Especialización y tarifas
Una vez tienes claro el modelo de negocio de tu estudio de interiorismo, es necesario que pienses si sería una buena idea especializarte en un tipo de cliente o estética concreto. Por ejemplo, tus tarifas podrían variar bastante si decides dedicarte a proyectos de un determinado tamaño, o a clientes de alto nivel adquisitivo.
En general, las tarifas que se suelen aplicar a un proyecto de interiorismo se encuentran entre los diez y los 30 euros por metro cuadrado. En otros casos, algunos profesionales deciden cobrar un porcentaje fijo sobre el precio total del proyecto, que se sitúa entre el 10% y el 20%.