La crisis ha llegado a todas partes, y el poderoso sector de la publicidad no ha sido una excepción precisamente. La falta de anunciantes para todo tipo de soportes ha obligado a este sector a reinventarse de alguna forma u otra y probar continuamente con nuevos formatos. Desde esa premisa partieron Vicente Muñoz, Pilar Abril y Javier Alemany, tres emprendedores a los que se les ocurrió mezclar el mundo de la publicidad con el de las felicitaciones. Con unas vueltas de tuerca, desarrollaron Selodigo.
Su idea es enviar mensajes personales a través de espacios que tradicionalmente eran exclusivos para grandes marcas, como cuñas de radio, spots de televisión, anuncios en Googel Adwords, imágenes en cabinas telefónicas o videomarcadores de estadios de fútbol. Se fijaron en la tendencia a hacer públicos los sentimientos y actividades de nuestra vida diaria en todo tipo de redes sociales y pensaron «¿por qué no hacerlo a lo grande?».
Todo el proceso de compra se hace vía online, de forma que el cliente elige el lugar (si se trata de un sitio físico como cabinas o estadios de fútbol) o el canal (radio o canales locales de televisión) y la fecha, adjuntando el mensaje que quiere que aparezca, ya sea en formato de texto, foto o vídeo. Por cantidades que oscilan entre los 65 y los 225 euros, una persona puede felicitar o mandar mensajes positivos a otra en lugares completamente insospechados.
Para ello han llegado a acuerdos con Telefónica para explotar más de 30.000 cabinas de teléfono y con varios equipos de fútbol como el Levante o el Celta de Vigo para convertir sus videomarcadores en un soporte más donde difundir los mensajes de sus clientes. De momento la inversión inicial ha sido aportada por los tres socios, aunque no descartan acudir a medios externos buscando apoyos, ya que tienen en mente internacionalizar su idea a medio plazo.