Su objetivo es cambiar los mecanismos perceptivos de la publicidad para que tenga efecto sin provocar rechazo. ¿Y cómo lo consigue Albert Munné?
“A través de la música, podemos acercarnos al cliente cambiando la sensación de publicidad intrusiva por la de experiencia de marca, desconexión, relajación e, incluso, ocio. Provocando el efecto ‘memoria sonora’, el público objetivo puede estar pensando en el producto vinculado a la campaña musical cuando menos se lo espera”, explica Munné, que sostiene que el creador de esta idea fue la productora Disney en la década de los 70: “He buscado una variación adaptada a nuestra economía que la haga accesible a cualquier tipo de negocio. Sea cual sea el volumen de facturación de una empresa, siempre hay una vía musical con aplicación en marketing”.
Munné ha desarrollado una línea de negocio específica para empresas de reciente creación, “ya que son las más vulnerables y, tal vez, a las que más les puede interesar diferenciarse de sus competidores en cuanto a estrategias de aproximación al cliente”.
Su empresa, Intensified Mkt, en la que ha invertido unos 26.000 euros, realiza servicios de consultoría estratégica de marketing musical, composición y producción de música para marketing, “con la posibilidad, en determinados casos, de vincular las campañas a artistas”, e identificación y logotipos sonoros corporativos. “Además, ofrecemos cualquier solución de ingeniería en cuanto a la instalación de sistemas de audio, ya sea en puntos de venta, o puestos de trabajo para mejorar su productividad”. Munné considera muy importante no confundir el marketing musical o sonoro con la música para finalidades publicitarias, “que es lo que tradicionalmente se ha usado en este país”.