“Nuestro hijo mayor tenía miedo al lobo. Decidimos escribirle un cuento en el que el lobo no se parecía en nada a los cuentos tradicionales: era vegetariano, bueno y amigo de los niños, y en el que nuestro hijo Pau era el protagonista. Le metimos el cuento en la mochila y cuando fuimos a recogerle al colegio, su tutora nos pidió 15 copias para el resto de los niños. Todos querían uno. Ese fue el detonante que nos animó a llevar a cabo el proyecto editorial”, recuerda Mónica Bordanova.
Junto a su marido, Carlos Estellés, y una inversión de unos 48.000 euros, decidieron crear Lola Pirindola, editorial de material educativo estimulante para los más pequeños. “Nos hemos centrado en la personalización. Hacemos lo que el cliente nos pide. Nuestros productos, ya sean cuentos, proyectos educativos, material escolar o material on line, está personalizado. En el caso de los cuentos, aparece la foto de los niños en cada viñeta, haciéndoles protagonistas de las historias. En el caso de los proyectos educativos, cada uno se imprime con el logo y los colores corporativos de cada centro. Para conseguir una personalización total, cada escuela infantil puede configurar su proyecto desde nuestra web. Puede elegir las fichas que más le convengan y el material de aula necesario”, destaca Bordanova.