Las tensiones en la cadena alimentaria. Los bajos precios que se reciben por las producciones. La falta de relevo generacional. La pérdida de empleo y la crisis global mezclada con la específica del sector. Éstos son algunos de los eternos inconvenientes que encuentran algunos profesionales del ámbito agrario para denunciar las dificultades que comporta vivir del trabajo del campo.
La tendencia es calificar la actividad como de alto riesgo, poco rentable y con escasas oportunidades de negocio. Por tanto, con este panorama, parece difícil encontrar segmentos de mercado válidos para desarrollar las ideas e iniciativas innovadoras.
Pero, ¿cómo conseguir la reactivación del sector primario para generar empleo, riqueza económica y ser capaz de generar valor añadido? Más allá de esta lista de contratiempos, la diversificación de las actividades, la especialización, la orientación al cliente y la investigación se convierten en algunas de las claves de cinco empresas que, pese no tener el viento a favor debido a las condiciones económicas actuales, han logrado encontrar oportunidades de negocio en un sector del que también pueden nacer brotes verdes. Estas son sus argumentos:
1. La especialización
La especialización, una de las claves de las empresas emprendedoras de mayor éxito, también es una receta que funciona en el sector primario. Un buen ejemplo es Semen Cardona, que pasó de ser una cooperativa familiar al primer centro de multigenética nacional en producción y comercialización de semen porcino. Para dar este salto, María Àngels Rial, socia fundadora, asegura que en “siempre estamos investigando y mejorando los procesos para garantizar la producción y la sanidad”. Otro ejemplo de que la especialización y la apuesta por un segmento concreto de mercado ofrece buenos resultados es la cooperativa Vulcano. Formada por tres jóvenes cacereños de Malpartida (ingeniero agrícola, topógrafo y profesional del sector de la calefacción), se han unido con el objetivo de desarrollar chimeneas rústicas de diseño, hornos de leña o estufas.
2. La diversificación de las actividades
Tradicionalmente, a los niños se les explicaba que la leche se obtenía al ordeñar las vacas. A partir de ahora, también se les deberá decir que sale de las expendedoras. Más bien, la leche se saca de los cajeros desde el 15 de abril de 2009. “Ese día cambió mi vida”, comenta María Bosch, responsable de la granja gerundense Can Feliu de Campllong que han iniciado la comercialización de leche en máquinas expendedoras. Una diversificación hacia un nuevo canal de distribución que le está dando buenos resultados.
Desde la compañía, se indica que la venta de leche fresca pasteurizada responde a dos inquietudes que tiene hoy en día la población: la preocupación por la salud, que también está vinculada al consumo de productos de proximidad. María Bosch añade la ventaja evidente que supone poder consumir la leche sólo 10 horas después de que se ordeñe la vaca. En este caso, asegura que “calidad organoléptica es infinitamente superior”. En las máquinas de Vía Láctea, se vende la leche a un euro el litro. Cada expendedora cuenta con una capacidad de 50 litros.
3. La orientación al cliente
En un sector en que la distancia entre la producción inicial y la final es muy elevada, una de las claves radica en acercarse al consumidor. En el caso de la cooperativa Vulcano, sus socios afirman que “el trabajo artesanal y a medida al fabricar las estufas nos da la oportunidad de sacar nuestros productos al mercado sin la competencia de las grandes compañías”. Desde Semen Cardona se recuerda que la seguridad y los controles de trazabilidad se erigen en una de las bases para el buen funcionamiento del negocio. En ambos ejemplos, el día a día de la empresa está orientado a satisfacer las necesidades del cliente y a trabajar pensando en la creación de un producto que se distinga del resto de compañías del sector.
Aunque la situación más paradigmática en la orientación al cliente y en sus posibilidades comerciales se constata en la empresa riojana Viveros Provedo. Hace ya más de una década que esta firma de Logroño inició la investigación sobre nuevas variedades de nectarina plana. El interés de la compañía se centraba en la novedad y en su posible éxito en el punto de venta. En 2007, obtuvo sus primeras variedades propias y registró la marca platerina con el fin de que el mercado las identificase con un nombre concreto. Uno de los propietarios de la firma familiar, Javier Provedo, resalta que el proceso de selección genética se “realiza de forma natural y casi artesanal”.
4. La investigación
En los manuales de gestión empresarial, siempre se destaca que uno de los pilares con los que gana músculo una empresa es el proceso de innovación e investigación. Para Viveros Provedo, ese objetivo es algo así como su razón de ser. Este camino constante es lo que ha provocado que la compañía tenga un aumento de la facturación de árboles frutales del 300% en los últimos tres años debido al incremento de las ventas de nuevas variedades de melocotón, nectarina, paraguaya y platerina. Esa es la carta de presentación de Viveros Provedo. Javier Provedo muestra su satisfacción por las cifras, ya que “vemos que el esfuerzo inversor en I+D+i ha comenzado a dar sus frutos después de más de 15 años dedicando recursos”.
Viveros Provedo es en la actualidad líder nacional en la producción de plantas de especies agrícolas leñosas, llegando a producir cuatro millones entre variedades de viñas, olivos y frutales.
En determinadas ocasiones, la innovación no surge solamente de años de estudios, pruebas y ensayos. A veces, las dificultades en el sector vacuno derivadas del exceso de competencia y el recorte de las subvenciones comunitarias agudizan el ingenio. Lluís Mont, dueño de la Búfala del Empordà, explica que la idea nació de un viaje a Italia, donde comprobó que el sistema utilizado se podía exportar perfectamente a su granja, situada cerca de los Aiguamolls del Empordà. Posteriormente, además de las 50 búfalas, adquirió 700 cabezas de ganado italianas. A día de hoy, la Búfala del Empordà ya produce 1.000 litros de leche al día. Mont comenta que, aunque la inversión para el proyecto ha sido elevada (cada animal cuesta 2.500 euros y la adecuación de las instalaciones ha supuesto unos dos millones de euros), el esfuerzo ha valido la pena. También detalla mont que esta forma de producción genera un ahorro de costes, ya que los animales comen menos y consumen un tipo de alimentación más económica a base de piensos compuestos.
5. La exportación
La saturación de las oportunidades de negocio y las dificultades del mercado interior empujan a las empresas a dar el salto al exterior. Uno de los terrenos en los que Semen Cardona puede encontrar mejores resultados es en la exportación. Para ello, María Àngels Rial comenta la necesidad de que la planta de inseminación esté registrada en el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino (MARM) como centro de recogida de material genético. Además, la responsable de la empresa añade que resulta complicado que haya un convenio bilateral entre España y determinados países en un producto tan específico. Esas dificultades provocan que las ventas al exterior sólo supongan en la actualidad el 10% de la facturación total de la compañía. “Hace dos años que exportamos, pero aún tenemos el inconveniente de que, aunque muchos países nos comprarían las dosis, el hecho de que no dispongan de convenio les frena”, aclara Rial.
6. La formación
Las nuevas tendencias de mercado y preferencias del consumidor hacen que las explotaciones ganaderas deban adaptarse a un ritmo frenético a estos cambios. Lo que parece una tarea titánica, se puede resolver con un bagaje tan simple como la formación. En ese contexto, se encuentra la elección de Lluís Mont. Con la compra de 50 búfalas en Bulgaria, se inició el proyecto de este ganadero gerundense que ha transformado su explotación vacuna de toda la vida, denominada Ramaderia Mont, en la Búfala del Empordà, dedicada a la comercialización de leche de búfala y la fabricación de mozzarella. Lluís Mont tiene la ayuda de sus hijos Lluís y Pol.